Blancanieves, la nueva live action de Disney dejó claro que la vida real no es un cuento de hadas y que no hay principes ni milagros que logren salvar una película que desde su origen, lleva una pesada carga. Y es que la cinta dirigida por Marc Webb, sobre el guion de la escritora Erin Cressida Wilson, cargó con polémica desde el principio, además de problemas de producción notables. Tanto, que la película se tuvo que rehacer varias veces antes de ser aprobada por el estudio y por eso, el atraso de su estreno.
Si bien algunas reseñas fueron favorables, éstas no alcanzaron para que el fracaso no se consumara: en su primer fin de semana, la cinta tuvo un pobre ingreso en Estados Unidos: 43 millones de dólares en taquillas, lo cual se queda corto frente a un presupuesto de más de 250 millones, ¿en qué se lo gastaron, en un manual de corrección política?
“La gente bromea diciendo que la nuestra es la Blancanieves de la corrección política”, dijo Rachel Zegle en 2022 en una entrevista. Y «sí lo es, porque lo necesitaba”, aseguró. Además, posteriormente manfestó su apoyo en su cuenta de X, a Palestina Libre, cosa en la que está en todo su derecho, pero sin tomar en cuenta que su co-protagonista, Gal Gadot, es israelí: La promoción en conjunto de tuvo que cancelar y eso fue otro punto de quiebre que afectó la difusión.
Quizás el error más grande, hay que decirlo, es asumir que el público quiere ver una película progresista. Es decir, cambiar la naturaleza del mito, la imagen a la que tantas generaciones desde 1937 que se estrenó la versión animada, está acostumbrada a ver. No, Rachel Zegler, actriz de ascendencia colombiana, no convence, y no es su culpa, pero este casting es el primer gran fallo: Si la gente no se identifica con el personaje principal, estamos perdidos.
Y no, el fracaso de La Sirenita, parece no haberlos hecho entender.
Frente al dilema de cómo tratar ciertos temas en nuestos tiempos, la película también falla. Reiteramos: ¿Qué sentido tenía poner a una Blancanieves alejada del modelo reconocido? En todo caso, empoderarla como la película lo hace, hubiera sido suficiente. #Snow Woke fue tendencia desde que se anunció el cast, y desde ahí, la película ya había perdido el primer round. Los productores se deshicieron del príncipe y el interés romántico de la película ahora es un joven ladrón wanna be Robin Hood, ¿cómo le explicas eso a tu hija de 7 años que ya vio 30 veces la cinta original y quiere ver principes y princesas? Y repetimos: se trata de un tema polémico, pero que ya ha revelado lo que funciona y lo que no en un público al que no le gustan las cosas tan a la fuerza, y ya lo vimos con la reciente decepción en taquilla de la reciente entrega de El Capitán América.
Blancanieves: Reseña de un fracaso: la traición
Y es que la película se vendió como un live action de la cinta original, lo que debería significar en teoría, que es una adaptación con personajes reales a la versión que ya vimos en la cinta clásica animada. Pero no. Y se valdría si tratara de una adaptación, como ya tuvimos la interesante Blancanieves en el bósque negro, una visión más oscura del mito, con una Sigourney Weaver en todo su esplendor, interpretando a la madrastra malvada.
Blancanieves: Reseña, ¿ fracaso? La live action 2025 de blancanieves, traiciona a todo mundo: al público, a los actores y la historia. Y no se trata de purismo, se vale reinventar los mitos, pero siempre y cuando se haga con fines de mejorar las cosas y no por el simple hecho de forzar algo frente a un inclusión, que en este caso, nadie pidió.
Los enanitos CGI de Blancanieves
No son graciosos, el trasladar la versión animada al CGI no funcionó. Los personajes, lejos de verse simpáticos, en una de ésas podrían provocar pesadillas a los niños. Digamos que la parte mejor lograda es la de la mina, pero fuera de eso, la interacción de los 7 amigos-aliados de la protagonista es realmente lamentable. En la película original, destilaban ternura y provocaban risas, pero no es el caso con la adaptación literal en este live action. El tema polémico sobre no incluir actores reales con enanismo, que ya fue bien difundido por Peter Dicklage, el actor de Game of Thrones —que por cierto, odia que le digan «gente bajita»—, es otro factor que dio de que hablar, y no precisamente para bien.
Gal Gadot, y su decepcionante papel de la reina malvada
En Wonder Woman, su papel más famoso, no fue tan exigida histriónicamente como en esta cinta, donde debía matizar sus momentos y además, convencer como la villana central. Además, la verdad es que Gadot no sabe cantar y su escena musical, «All is fair», es realmente gris. ¿Por qué la gente no critica tanto esta parte coreográfica como sí lo hizo con Emilia Perez? Simplemente porque así funciona la cultura de la cancelación. Lo que sí se ha llevado muchos memes, es la mencionada elección de Rachel Zegler. Y repetimos, no es su culpa, incluso ella sí canta bien, pero no fue suficiente para convencer.
¿Vale la pena ver Blancanieves?
Desafortunadamente, no. Mejor esperar a verla en streaming. Pero si eres amante de los clásicos y de loe y quieres ir a verla en la pantalla grande, se vale, pero no hay que hacerlo con las expectativas muy altas. A final de cuenta, se trata de un producto entretenido, pero sin la mágia que se esperaba de la adaptación en live action de un clásico, sin mencionar el problema del cast en general. Lo cierto es que este fracaso anunciado, seguro repercutirá en los nuevos proyectos del imperio mediático.
