Emilia Perez, gloria y ocaso: la polémica de Karla Sofía Gascón 

Emilia Perez, la película, se ha convertido en un caso digno de analizarse. La cinta de manufactura francesa ha divido a México, país que es retratado en un musical escrito y dirigido por Jacques Audiard, famoso por galardonadas obras como Un prophète. La cinta, que trata sobre la conversón sexual y emocional de un narcotraficante en un México visto desde una óptica posmoderna, ha levantado pasiones para bien o mal.

Emilia Perez, es una —hay que reconocerlo con cabeza fría y sin apasionamientos— bien lograda puesta en escena que cumple todos los convencionalismo del formato: canciones ligeras y música para relatar una historia, un formato coreografiado y los elementos básicos con los que el género de un musical debe contar. En ningún momento, como ya lo hemos analizado, el director pretendió presentar un documental o una película seria, es una farsa, una parodía y como tal debe verse.

El cast de Emilia Perez, antes de los escándalos. Foto. Cannes Press

En ese sentido, Jacques Audiard como otros directores que de hacer dramas serios han incursionado en los musicales —como por ejemplo, yéndonos a la historia, Alan Parker con The Wall (1982) que narra los efectos de la guerra y los traumas infantiles sin que nadie se ofenda como ha sucedido en México con Emilia Perez— cumple con la misión, y el reconocomiento en Cannes y las nominaciones al Oscar lo avalan.

Sin embargo, la campaña mediática y de odio desatada por sentimientos nacionalistas inusitados, ha hecho que la película, al menos en México, esté en el centro de la controversia desde su estreno. Todo comenzó cuando Eugenio Derbez, sin que nadie le pidiera su opinión, aseguró que el acento de Selena Gomez estaba muy mal —luego se disculpó—. En el otro lado de la moneda, Guillermo del Toro habló maravillas de Emilia Perez, lo cual hizo que los detractores incluso intentaran funar al director mexicano.

El odio a Emilia Perez, ¿justificado?

Ahora, más allá de esa ola de odio que ha dividido a México y que no da lugar a un punto de equilibrio —entre quienes detestan la película y que en la mayor parte de los casos ni la han visto, y los que opinan con mesura y con conocimiento de causa — el valor real de una cinta que está considerada en las nominaciones al Oscar y a otros premios importantes.

Selena Gomez fue la primera víctima de los ataques por su acento. Foto: Netflix.

El problema es la polarización. Ni Emilia Perez es tan grandiosa como Los Olvidados —otra película sobre México vista por lo ojos de un extranjero, en este caso Luis Buñuel—, como se atrevió a decir el crítico de cine Álvaro Cueva, ni tampoco es es la peor película de la historia. Lo único cierto es que no se merece la ola de descalificaciones que viene de lo visceral y de una tendencia viral, ni tampoco la supuesta «respuesta mexicana» de la mano de un video de muy mal gusto que, supuestamente, «se burla de los estereotipos franceses»: Johanne Sacreblu, película casera de menos de 30 minutos que puede verse de forma gratuita en YouTube. Para ello, ya tenemos cosas como El Inspector Clouseau o el video-clip del grupo Bloodhound Gang: The Bad Touch, que es bastante cruel en su parodia de los clichés franceses.

Otra de las críticas es que sólo hay una protagonista mexicana en el elenco: Adriana Paz. Foto: Netflix.

El escándalo de Karla Sofía Gascón 

Sin embargo, más allá de los méritos o de las fallas cinematográficas, en días recientes han surgido otras polémicas en torno a Emilia Perez. Karla Sofía Gascón, actriz trans española, ha dado de qué hablar y está en el ojo del huracán tras su recientes declaraciones, producto en parte —imposible no verlo así— del acoso mediático, sin que por supuesto, ello lo justifique.

La crisis de imágen pública de la película, tiene que ver

Primero, había dicho que en México la película sólo le disgustaba a «unos cuantos gatos» de la prensa, palabras que encendieron la mecha, cuando a su favor hay que decir que esa frase se usa de forma coloquial para referirse a un grupo reducido de personas y no en el sentido despectivo de la palabra «gato». Bien, un punto a favor de Karla Sofía.

Pero donde va perdiendo por goleada es en lo que ha pasado después. Primero, se descubrió que hace algunos años, había publicado unos post francamente muy racistas, como por ejemplo: «El islám se está convirtiendo en un foco de infección para la humanidad» o que el afroamericano asesinado George Floyd era «un drogata estafador» o que la gala de los Oscar parecía «un festival afrokoreano».

emilia-perez-zoe
La polémica le ha jugado sucio a la película, al menos en México. Foto: Netflix.

Al revelarse los polémicos posteos, Karla Sofía salió a dar entrevistas en las que en vez de ayudarse, se ahogó más —al parecer no cuenta con un buen equipo de Relaciones Públicas detras, o si lo tiene, son sus peores enemigos—, ya que una de sus comparecencias en los medios para intentar disminuir el control de daños, dijo lo siguiente: «No soy racista, sino no hubiera trabajado con Zoé Saldaña».

Ahora, la actriz de origen español, ha acusado al equipo de Fernanda Torres, también candidata al Oscar por I Am Still Here, de sabotear su imagen «jugando sucio». Y es que estos escándalos ponen en jaque su posibilidad en Los Oscar y no solo eso, también su futuro en la industria.

Emlia Perez: La importancia de dar de qué hablar para bien o mal. Foto: Netflix.

Para empezar, el director de la película, el mencionado Jacques Audiard, ya la dejó sola: se dijo muy decepcionado por los comentarios revelados: «Me resulta muy difícil recordar el trabajo que hice con Karla. La confianza que compartimos, la atmósfera excepcional que teníamos… y cuando tienes ese tipo de relación y de repente lees algo que esa persona ha dicho, cosas que son absolutamente odiosas y dignas de ser odiadas, por supuesto que esa relación se ve afectada. Porque lo que dijo es inexcusable», dijo el francés. ¿La estará usando como chivo expiatorio?

«Me profundamente apenada por aquellos a quienes he causado dolor», contestó Karla, intentando convencer a la opinión pública de no es racista y que sus comentarios han sido sacados fuera de contexto: «No ha sido bonito cómo me habéis tratado, dando por hecho el relato que la gente enferma de odio os ha querido vender. Ni yo ni mi familia somos racistas, jamás, todo lo contrario, y nadie nos ha apoyado, nos conocéis desde hace años y habéis dado por hecho que unos twitts recalcando la hipocresía, el racismo y la maldad que tienen las personas en este mundo eran mis sentimientos y no una denuncia», publicó.

Las declaraciones de Karla Sofía han afectado sus relaciones con el elenco. Foto: Netflix.

Desafortunadamente para sus aspiraciones y su prestigio, el daño está hecho, y el video que subió a la redes quejándose y llorando de rabia, no la ha ayudado mucho que digamos. Por ejemplo, su imagen ya fue elminada de los promocionales de Netflix, lo que sugiere que la plataforma está tratando de minimizar las contribuciones de Gascón para que la polémica alrededor de sus comentarios no afecte la película o el trabajo de los otros actores de la película que también están en la antesala del Oscar.

Las relaciones de Gascón con Netflix se han roto y ha sido excluída del almuerzo de los premios AFI, los premios Critics Choice, los premios del Sindicato de Directores de Estados Unidos, los premios del Sindicato de Productores de Estados Unidos y el Festival Internacional de Cine de Santa Bárbara.

«Me quieren aplicar el cancel culture. Les pregunto a los expertos de Hollywood, a los periodistas que me conocen y que han seguido mi trayectoria ¿cómo avanzar?», comentó ella. La actriz no acudirá a la gala de los Goya, los premios del cine español, del próximo sábado 8 de febrero.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.