Jorge Vergara adquirió a las Chivas en 2002 y el equipo dejó de ser una cooperativa donde centenares de socios tenían voz y voto para pasar a ser de un solo propietario en manos del empresario dueño de Omnilife. Es cierto que desde su llegada la primera condición era mantener la identidad de solamente futbolistas con acta de nacimiento mexicana, aunque ya han pasado uno que otro de origen estadounidense.
Cuando Vergara llegó a la presidencia del Rebaño, el equipo aumentó su éxito comercial con la construcción de un estadio ya de su propiedad, pues fungían como locales en el Jalisco, inmueble que rentaban. Ya con estadio en la mano, las Chivas buscaron un rival para incrementar la rivalidad, además del Clásico contra el América, y encontró en los Pumas al equipo idóneo para darle más identidad a ese partido con buena rivalidad pero que desde el 2002 se convirtió en un clásico y con apuestas de por medio entre los entonces dirigentes, Jorge Vergara y Arturo Elías Ayub.
Era grande la rivalidad entre directivos, pero fuera de las canchas, eran amigos y hasta el de Pumas invitó al de Chivas al reconocido programa Shark Tank.
Jorge Vergara, una administración exitosa en algunos puntos
Cuando el de Omnilife tomó las riendas de las Chivas, pasaron cuatro años para que levantaran su primer título de la Liga MX, fue en el Apertura 2006 que el Guadalajara se impuso al Toluca en la final y entonces el Rebaño ya presumía de 11 trofeos domésticos de liga en sus vitrinas.
Pero la era Vergara no vivió más éxitos en lo deportivo, pues el empresario falleció en 2019 y entonces apenas tenía dos gallardetes de liga MX, pues en el Clausura 2017 derrotaron a Tigres por el cerro local.
Amaury Vergara, visionario en lo comercial
Así acabó la era de Jorge, para darle paso a Amaury, su hijo, quién no había mostrado mucho interés el darle más títulos al equipo más mexicano de todos.
El actual propietario del Guadalajara consiguió que el equipo de un salto en cuanto a las televisoras, acabó con el contrato con las dos cadenas tradicionales y le dio los derechos de transmisión…a Amazon y ahí se volvió un parteaguas y hasta ejemplo en el balompié nacional.
Lo malo, que en los cinco años que lleva al frente de la directiva, no hay mucho que presumir dentro de la cancha. El joven ditrectivo ha visto cómo el América ya se volvió en el primer tricampeón de los torneos cortos, y si sumamos la etapa de padre e hijo con el Rebaño, hay dos campeonatos por siete del acérrimo rival, algo que le duele mucho a la afición tapatía.
Chicharito, la única joya de la corona de los Vergara
Cuando el Guadalajara era una sociedad llena de personajes pero con un presidente, no se caracterizaba como un gran formador de jugadores, pero si compraba materia prima a precios elevados, pues el resto de los equipos sabía que solo podían contar con mexicanos entre sus filas.
Y en 2006 Vergara presumió que había un talento llamado Javier Hernández, un muchachito que con apenas un torneo dio el salto a la Premier League y se enfundó en el uniforme del Manchester United, algo inédito para los jugadores aztecas, y desde entonces, de convirtió en el máximo referente del Tri y se mantiene como el máximo anotador de la Selección Mexicana con 52 tantos en 109 apariciones.
Lo malo, que desde hace seis años no se hace presente con la camiseta azteca.
Ahora vienen tres partidos en fila de las Chivas contra el América, rival que es muy superior a ellos desde la etapa de los Vergara, y para empeorar el panorama, el futuro cercano no luce nada prometedor.
Veremos qué le depara el destino cercano al Rebaño Sagrado, pero las estadísticas no juegan y con un Chicharito ya veterano, podrían dar la sorpresa.