El body horror en “The Substance”, película protagonizada por Demi Moore, escrita y dirigida por Coralie Fargeat. La oportunidad de renacer y conseguir el elíxir de la eterna juventud son temas que ya han sido abordados desde diversas formas y tratamientos en el cine y la literatura. El terror es uno de los géneros que ha permitido abordajes muy interesantes, como el que hiciera magistralmente Oscar Wilde en El retrato de Dorian Gray con la pintura que guarda los cambios monstruosos del personaje que, aunque expresados físicamente, reflejan la corrosión de su alma. En ese mismo sentido de la búsqueda de la conservación de la belleza y la juventud, la cineasta francesa Coralie Fargeat ha creado una historia de body horror en La sustancia, que guarda relación con el cine del primer Cronenberg.
¿De qué trata The Substance (La Sustancia)?
Elisabeth Sparkle (Demi Moore) es despedida de su programa de fitness en televisión por el repulsivo jefe de estudio Harvey (Dennis Quaid). Luego de escuchar a su jefe decir que necesitaban una mujer joven y bella para sustituirla, Elisabeth sufre un accidente automovilístico del que sale ilesa. Entonces, alguien le hace llegar información de “The substance”, proponiéndole “crear una mejor versión de ella misma”. Elisabeth decide tomar el riesgo y literalmente renace como la hermosa veinteañera Sue (Margaret Qualley) en esta historia que nunca deja su halo fantástico. La única advertencia del distribuidor anónimo es “recuerden que son solo una”, pero ambas mujeres muestran objetivos diferentes. Su relación se vuelve tóxica, al punto de que olvidan su codependencia.
Que dice la creadora de La Sustancia
Coralie Fargeat, directora y guionista, crea un filme perturbador, no exento de humor negro y drama como en Venganza del más allá, su peculiar primer largometraje en el que también exploró otro subgénero del horror llevándolo al límite.
“Es como si pudieras tener muchas formas diferentes de contar tu historia al mismo tiempo. Y eso es lo que me gusta de la película, que hago un cuestionamiento y eso me encanta. Me corresponde mezclar la importancia del mensaje y la violencia de lo que se quiere decir y compartir”, dijo al finalizar una función especial en Ciudad de México, en una entrevista previamente grabada.
Coralie expresó que quería asegurarse de que el mensaje llegara a la audiencia pero sin que terminara traumatizada, sino aceptando.
“Para ello, creo que el humor es un arma muy fuerte e importante porque creo que realmente permite descomprimirse y reaccionar de una manera que hace que la película sea entretenida y al mismo tiempo diga cosas importantes”.
La sustancia tiene una influencia de la propuesta del cineasta David Cronenberg y “la nueva carne”, centrándose en la búsqueda de una transformación interior. Además, la directora crea escenas de un terror corporal sangriento y cartilaginoso, bajo una estética pop ochentera y teatral. Es una experiencia inmersiva con un cuidadoso arte visual y sonoro. Es un filme lleno de símbolos.
“Es un mundo creativo e imaginativo que representa lo que quiero decir. Pero no son las reglas de la realidad» –explicó Coralie–.
«Y es de manera consciente, atraviesa, ya sabes, el diseño del escenario, como el corredor naranja muy largo que representa, ya sabes, como la vida de Elisabeth, que comienza en algún lugar y el final del corredor es como el final de su vida. Todos esos elementos que son, ya sabes, algo excesivos y que ya están fuera de la realidad. Y proporciona códigos y reglas muy fuertes y conscientes para que la audiencia, la mente de la audiencia, acepte todo lo que vendrá”.
Las actuaciones de Demi Moore (Ghost, la sombra del amor, 1990) y Margaret Qualley (Había una vez en Hollywood, 2019), sorprenden mostrando vulnerabilidad y empoderamiento al mismo tiempo, aunque sus personajes son obsesivos, egocéntricos, psicóticos, pero viven bajo el influjo de la fama hollywoodense y la cultura de la belleza de cuerpos perfectos a cualquier costo y sonrisas impostadas a pesar de los pesares.
“Para mí, lo realmente sorprendente de esta película es poder reunir, ya sabes, actores que han estado acostumbrados a trabajar de cierta manera en un determinado tipo de película y poder llevarlos a intentar hacer cosas nuevas, ya sabes, confiar en mi equipo como director y confiar en el arte dramático. Así que tienes sus increíbles habilidades y desempeño mezclados con la realización cinematográfica que proviene de una nueva voz en términos de director. Y creo que eso es lo que también los hace extremadamente apasionados, que no lo hicieron, no tuvieron miedo de correr riesgos”, expresó la directora.
La sustancia, película en la que la directora vuelve a mostrar la cosificación de la mujer, llegará a los cines el 19 de septiembre y que es sin duda, una de las recomendaciones de nuestra guía para la temporada.