Misión Imposible: Sentencia Final. Las razones para verla… o para dejarla pasar, ¿vale la pena? Te presentamos lo bueno y lo malo para que a la hora de escoger a qué sala de cine entrarás, valores tu elección y el gasto. En esta temporada cinematográfica de medio año, los estrenos están a la órden del día, por lo que es importante no quemar cartuchos. Por eso, te damos 5 razones para ver está película y 5 razones para no hacerlo.
Las razones para ver Misión Imposible: Sentencia Final, lo bueno.
1. Entretenimiento al máximo
Así es, la película no te deja ni respirar. Como cine de entretenimiento, Sentencia Final cumple, y lo hace con creces. La experiencia es como esas viejas películas de los 80 donde los héroes de acción lograban hazañas dignas de dioses del Olimpo, pero magnificada con efectos especiales y tecnología que logra tomas, literalmente, imposibles…y eso puede ser arma de dos filos, pero cuenta. Si no tomas en cuenta los defectos de un guión inverosimil y te entregas a la historia, la pasarás muy bien.
2. La química del cast
Se lo compras sin regatear: se trata de un equipo que hace clic. El cast funciona, y su coordinación ni parece que es de ficción. Claro, hasta que vemos las acrobacias imposibles desde un avión. Sin embargo, la producción ha conjuntado un team bastante comprometido y se nota; además, la inclusión de Vanessa Kirby ha sido un acierto, y su presencia llena cada escena.
3. ¡Es el cierre de la saga!
Al menos, eso parece, aunque Tom Cruise ha dicho que podría hacer el papel de Ethan Hunt hasta los 80 años si fuera necesario. Pero en lo que no llega una probable secuela, éste puede ser una gran cierre, sobre todo (spoiler alert) por la escena final donde todo el equipo se junta para celebrar el éxito de la misión, y hay un discurso que suena a despedida.
4. El humor
No se puede negar: no es una película seria. Sabes que al final, los «buenos» ganarán y que pese al título de la saga, todo es posible. No olvidemos que el génesis de la película es televisivo, la Misión Imposible original, era una saga serial de aventuras llenas de momentos exagerados y convenciones propias de la tv de finales de los años 60. Por eso, ver la película sin un ápice de pretensiones intelectuales, es la mejor forma de pasarla bien en el cine. Y sí, el humor directo —sobre todo de parte de Simon Pegg, viejo lobo de mar de la comedia— es parte del guion, y es bienvenido para aligerar tanta tensión y sensación de peligro exacerbado.
Las razones para no ver Misión Imposible: Sentencia Final, lo malo.
1. La solemnidad de ciertos momentos
Sí, ya mencionamos que tiene mucho de humor. Entonces, ¿para que romper con esa dinámica narrativa con discursos que llegan a ser hasta cursis por momentos? Está bien que sea el posible final de la saga y que sea necesario que haya momentos emotivos… pero en este mood de aventuras, acción y hazañas fantásticas e improbables inyectarle seridad aburre y nos deja con ganas de más balazos y giros de tuerca que de otro speech.
2. Los giros que ya no sorprenden
Y hablando de giros de tuerca, estos no funcionan en su totalidad porque… ya los esperábamos. SI eres de esas personas que han visto mucho cine, los verás venir todo el tiempo. El guion pretende causar ese efecto, pero no lo consigue: sabemos qué pasará. Lo importante es ver la película, con la mente un poco desconectada de la lógica y sí, hacer cara de sorpresa con el desfile de clichés.
3. El villano no está a la altura
Sí, a lo largo de la historia del cine hemos visto con terror, el advenimiento de grandes villanos de la inteligencia artificial. Desde la primitiva como Hal 9000 en la épica 2001: A Space Oddissey, hasta las más sofisticadas en películas recientes. Lo cierto es que en esta película, La Entidad —la IA que cobra consciencia y decide destruir al mundo—, si bien es amenazante, no es tan efectiva como otros némesis digitales que hemos visto en el cine o serie. Además (spoiler alert), que la venzan y la encarcelen en una USB, es tan ridículo como la forma en que Will Smith vence a los extraterrestres en Independence Day.
4. La duración de la película
Sí, si fuera Lawrence de Arabia, se la pasamos… pero esta cinta dura casi tres horas, y eso es un poco excesivo dado que además, carece de profundidad emocional. Y no es queja, pero entre ésta y la anterior entrega —la que por cierto hay que ver para entender y recordar en qué nos quedamos— son casi 5 horas de metraje. Misión Imposible: Sentencia Final, dura 169 minutos.
5. La sensación de que ya vimos antes todo lo que pasa
Y este déjà vu no es gratuito, ya que toda la película está llena de momentos parecidos a las entregas anteriores —incluso hay un buen de flashbacks— o de clichés de ese cine de acción que pensamos que ya habíamos superado en los años 80 y 90. Como lo mencionamos líneas arriba en el tema de las razones para sí ver esta película, hay que disfrutar de este cierre —o eso pensamos sobre el fin de la franquicia— de la saga de Misión Imposible, sin pretensiones cinéfilas más allá del mero espectáculo. La sensación de que ya presenciamos antes los clásicos momentos de tensión con los que película cuenta (por ejemplo, las peleas en aviones, el peligro submarino, así como las resoluciones en el último segundo, etc.) es una constante. Mejor verla sin esperar mucho, pero si estás en plan crítico, mejor ver algo más sustancial.