A lo largo de la inmensurable historia de la música pop, han existido artistas que sacrificando su ego en pos de la creación de un personaje exitoso, alcanzan la fama y se convierten en leyendas. Ocultando su verdadera identidad y generando misterio alrededor de su figura, muchos de estos enigmáticos experimentos han dado grandes resultados. Creando un culto alrededor de la personalidad de estos rockstars que no suelen dar la cara. Hoy, repasamos algunos de los fenómenos donde estos músicos —tal como lo haría un superhéroe de los cómics— han ocultado su rostro y pudieron salir airosos y triunfantes. Y ya sabiendo que Hollywood esta en decadencia, vamos a ver como han triunfado estos artistas sin necesidad de ayuda, ya que muchas caras famosas desaparecen por años, pero estos desconocidos los queremos mas a veces.
Daft Punk
Guy-Manuel de Homem-Christo y Thomas Bangalter son los individuos que portaban esos trajes misteriosos en el extinto dueto francés de música electrónica. Fue en 1997, tras el éxito internacional de su disco Homework, que la dupla decidió que no querían ser unas estrellas de pop y que el anonimato le sentaba bien al concepto. Primero, usaron unas máscaras de Halloween; luego, esos míticos cascos de robot que The Mandalorian envidiaría, y que fueron su sello hasta su reciente disolución. Sus accesorios de androide interestelar están valuados en más de sesenta mil dólares, según la web Chic Magazine.
Pussy Riot
Las integrantes del anarquista combo ruso de electro-punk, defensor del feminismo y de los derechos LGBT, suelen aparecer en escena con pasamontañas coloridos. Evocando una imagen tan extravagante, algo así como si el subcomandante Marcos del EZLN participara en un carnaval. La banda ofrece entrevistas con esa misma postura transgresora, de no mostrar sus rostros y de usar seudónimos para protegerse de las repercusiones políticas. Pussy Riot ha trascendido más allá de la música, gracias a ese activismo que ha llevado a que algunas de sus integrantes sean arrestadas.
Austin TV
Refugiados en las sombras del emo, un movimiento musical que en 2001 aún marcaba la pauta entre las juventudes sónicas, y del post-rock, esta banda mexicana de música instrumental apostó por crear un estilo que trascendiera la imagen. Sin mostrar sus rostros, optaron por utilizar disfraces de colegiales retro, hombres hoja, demonios, conejos vintage, perros Xoloitzcuintle, o «caballeros y dama del albedrío» como un sello distintivo en su carrera. ‘Tu cara no importa, importas tú’ es el lema de este grupo que en 2022 regresó con un nuevo concepto y nuevas máscaras.
KISS
Una de las bandas más populares del rock, invadió al mundo con la Kissmania y toda una ola de parafernalia que, desde los años 70, forma parte de la cultura popular. Fue tan misteriosa la identidad de los integrantes del grupo, ataviados con trajes espaciales, botas monstruosas, kilos de maquillaje y alter egos inolvidables, que cuando decidieron grabar discos y presentarse sin disfraz, la industria musical quedó en shock. Ante tal reacción, se vieron obligados a volver a sus orígenes. Antes de ellos, Alice Cooper ya había hecho un circo parecido, pero después de KISS ya nada volvió a ser igual en el rock y bandas como Mötley Crüe, Ghost y tantas más, siguieron la senda glam para cubrir sus rostros.
Deadmau5
Casi nadie ubica el rostro del productor y DJ canadiense Joel Thomas Zimmerman, pero sí el casco del gigantesco ratón futurista que el artista electrónico adoptó como alter ego. Su casco con forma de cabeza de roedor es hoy un ícono de la música bailable y hasta Disney le reclamó, aduciendo que la imagen era similar a la de Mickey Mouse. Él, por su parte, asegura que la inspiración viene de un ratoncito muerto que encontró al abrir su computadora buscando una falla y no en el dibujo animado.
The Residents
Este combo de artistas avant-garde formado en los años 70, apela a la llamada “teoría de la oscuridad”, la cual postula que el arte puro solo se puede concebir cuando es anónimo (y de seguro, de esto tomó nota Banksy). Sus disfraces de alienígenas y de ojos gigantescos, su sonido siempre experimental y disruptivo y esa permanente lucha por mantener en secreto su identidad los convirtieron en “la banda más misteriosa y extraña del mundo”, de esas tan bizarras que no vendrían al Corona Capital. Tan grande fue el enigma detrás de la banda que, a la fecha, se duda sobre la real existencia de algunos de sus miembros y se cree que algunas de las personalidades que salían en los créditos de las canciones, eran inventadas en el estudio
Sia
Según ella, ocultar su rostro tras una peluca es por pura privacidad, pero el movimiento, la convirtió en un enigma musical. “¿Qué es lo que falta hoy en la música pop? ¡El misterio!”, declaró Sia en él late night de James Corden en 2016, sobre su decisión de lanzarse al ruedo como una artista sin rostro, a pesar de vivir en plena era del Instagram y TikTok donde podemos ver hasta de qué cereal desayunan esos artistas que antes parecían venir de otro planeta. Hoy, la australiana ya abandonó el concepto anónimo, pero la jugada le salió bien en su momento.
Sí, el misterio sigue generando algo irresistible en los gustos de la audiencia, no por nada estos artistas han logrado convertirse —cada cual en su propia dimensión y contexto— en estrellas de la música pop y rock.
