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Cafeína y Salud: Lo que Dicen los Estudios sobre su Consumo en Niños, Adolescentes y Adultos

Cafeína y Salud: Lo que Dicen los Estudios sobre su Consumo en Niños, Adolescentes y Adultos

  • La cafeína es una sustancia estimulante que no debe consumirse hasta después de cierta edad y siempre con moderación.

La cafeína es una sustancia que no todas las personas deben consumir. Según la FDA (Food and Drug Administration), el consumo moderado puede ser seguro para los adultos sanos, limitándose a no más de 400 mg al día (aproximadamente 4-5 tazas de café). Sin embargo, un exceso de cafeína puede causar síntomas como nerviosismo, insomnio, aumento del ritmo cardíaco y malestar estomacal, entre otros problemas peligrosos para la salud .

En el caso de los niños, se recomienda evitar completamente su consumo. De acuerdo con un informe del American Academy of Pediatrics (AAP), los niños son más susceptibles a los efectos adversos de la cafeína debido a su sistema nervioso en desarrollo, lo que puede impactar negativamente en su comportamiento, sueño y concentración . Incluso en adolescentes, se recomienda limitar drásticamente el consumo de alimentos y bebidas con cafeína, ya que estudios recientes del Journal of Adolescent Health destacan que el consumo excesivo en esta etapa puede contribuir a trastornos del sueño y desarrollar una dependencia temprana .

En México, los productos que contienen cafeína están obligados a llevar leyendas precautorias, siguiendo las regulaciones de la Norma Oficial Mexicana NOM-051 que busca proteger los derechos de la infancia a una alimentación saludable. Estas advertencias se encuentran en bebidas energéticas, refrescos y otros alimentos procesados, subrayando que la cafeína es un ingrediente no recomendado para los menores de edad. Esto responde a esfuerzos de salud pública, como los reportados por UNICEF México, que refuerzan la necesidad de proteger a los niños y adolescentes del consumo excesivo de productos que pueden comprometer su desarrollo .

¿Qué es la cafeína? 

La cafeína es una sustancia química natural presente en las hojas de té, en las bayas de café, y de cacao y en la planta de cola, que se utiliza para elaborar las bebidas de cola. La cafeína es un estimulante, que ayuda a que las personas se sientan más despiertas y alerta. La Academia Americana de Pediatría recomienda que los niños menores de 12 años eviten por completo el consumo de cafeína, y la Clínica Mayo sugiere que los adolescentes entre 12 y 18 años limiten su consumo a 100 mg al día. Esto se debe a los efectos que la cafeína puede producir en los niños, los cuales son: problemas de sueño, adicción a la cafeína, mal humor e irritabilidad, ansiedad, temblores, aumento de la frecuencia cardíaca, presión arterial alta,  dolores de cabeza, diarrea y malestar estomacal, y deshidratación. Los límites se basan sobre todo en el tamaño del cuerpo, y esos límites aumentan conforme el niño va creciendo y le es posible metabolizar la cafeína más fácilmente. Como los niños son más sensibles a la cafeína que los adultos, pueden sentir efectos adversos durante casi seis horas. Cuando los niños presentan migrañas, problemas cardíacos o convulsiones les puede afectar más el consumo de cafeína, según la Academia Estadounidense de Psiquiatría Infantil y Adolescente

La cafeína es un ingrediente en muchos otros productos más allá del café

La cafeína no está solo en el café

La cafeína está presente en muchos refrescos, bebidas energizantes, bebidas deportivas, tés fríos, algunos jugos, algunos chocolates, que suelen tomar los niños y adolescentes, no solo están en el café. De hecho, los refrescos son la fuente más común de cafeína para los niños. Una botella de de bebida energética como Celcius puede contener casi 250 miligramos de cafeína equivalente a 2–3 tazas de café or 5–8 tasas de té, de acuerdo a su propia website y corroborado por una investigación de Consumer Reports. Mientras que una taza de té puede tener hasta 47 miligramos de cafeína y un refresco de cola 22 miligramos, de acuerdo con Mayo Clinic

En algunos alimentos en los que también se encuentra la cafeína que consumen muchos niños son: helados con sabor a café capuchino, moka, etc, algunos sabores de yogur, barritas energéticas y caramelos. El chocolate también tiene un poco de cafeína dependiendo del color del chocolate, según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos.  

La mejor manera de asegurarse de que las bebidas y alimentos no contengan cafeína es leer bien las etiquetas nutricionales.

Cada vez más niños consumen cafeína 

Se estima que el 73% de los niños consumen productos con cafeína en un día determinado, según la Academia Estadounidense de Pediatría (APP) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). Además, la mitad de los niños en todo el mundo consumen bebidas energéticas cada semana. Otro problema de darles a los niños las bebidas antes mencionadas, es que en muchas ocasiones, además de tener cafeína, también tienen un alto contenido de azúcares. La Asociación Americana del Corazón (AHA) recomienda que los niños y adolescentes consuman menos de 25 gramos, o seis cucharaditas  de azúcar al día, recomendación que muchas veces estas bebidas no cumplen y que contribuyen a que los pequeños presenten una variedad de problemas de salud. Los más comunes son: mayor riesgo de presentar obesidad, enfermedad renal, enfermedad cardíaca y diabetes. También se pueden presentar problemas dentales y preferencia por alimentos y bebidas dulces y poco saludables. 

Cómo evitar el consumo excesivo de cafeína

Cómo evitar su consumo 

Lo ideal para evitar el consumo de cafeína en niños es optar por bebidas más saludables, como agua simple, leche o jugo natural. Según la Academia Americana de Pediatría (AAP), los niños no deben consumir cafeína, ya que su sistema nervioso es más sensible y puede experimentar efectos adversos incluso con pequeñas cantidades. En cuanto a los jugos naturales, es recomendable limitar su consumo a 250 mililitros al día, debido a su alto contenido de azúcar, según lo indicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que destaca que un consumo elevado de azúcares puede contribuir a problemas de salud como la obesidad infantil y caries dentales. Las frutas como fresas, uvas o arándanos son alternativas mucho más beneficiosas porque contienen azúcares naturales que se metabolizan de manera más equilibrada y proporcionan fibra, vitaminas y antioxidantes. Ni los niños ni los adultos necesitan consumir cafeína, ya que esta sustancia no aporta beneficios nutricionales significativos. En los adultos, el consumo moderado de cafeína (hasta 400 mg al día, según la FDA) no suele causar efectos secundarios graves, pero en los niños su consumo debe evitarse, ya que puede provocar alteraciones del sueño, nerviosismo, aumento del ritmo cardíaco, e incluso adicción, de acuerdo con estudios recientes publicados en el Journal of Clinical Sleep Medicine.

Es importante tener en cuenta que el consumo excesivo de cafeína puede aumentar la probabilidad de desarrollar dependencia y afectar la calidad del sueño, lo que a su vez puede tener consecuencias a largo plazo para la salud mental y física. El National Institute on Drug Abuse (NIDA) advierte que la cafeína es una sustancia psicoactiva y puede crear hábitos difíciles de romper, especialmente en adolescentes. Promover el consumo de alternativas saludables no solo ayuda a prevenir estos riesgos, sino que también fomenta hábitos nutricionales positivos desde una edad temprana, que contribuyen al bienestar general y previenen problemas de salud a largo plazo.

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