Alfonso Cuarón estrena la miniserie Desprecio o Disclaimer. Ya lo dice el moderno adagio: “Las series son el nuevo cine”, y aunque Martin Scorsese no esté de acuerdo, como lo ha expresado más de una vez, el nuevo paradigma ha alcanzado a todo cineasta que pretenda estar vigente. Woody Allen, David Lynch, M. Night Shyamalan, Steven Soderbergh, Ridley Scott y el mismo Francis Ford Coppola antes de dejar cuerpo y alma en su ambiciosa y terminal Megalopolis dieron su brazo a torcer y han dirigido series para diferentes plataformas de streaming. Y tenemos que decir que David Fincher lo hizo muy bien con Mindhunter, que fue cancelada porque el público de Netflix prefiere otras cosas. Digamos, como Cobra Kai.
Alfonso Cuarón ya se estaba tardando, pero su anunciada incursión se materializó con el estreno de Disclaimer (Desprecio), la serie de 6 capítulos producida por Apple TV +, que explora un intriga, varias líneas de tiempo y una historia que conforme avanza, presagia que se llenará de oscuridad y más enigmas por resolver.
Desprecio: los dos primeros episodios
La miniserie protagonizada por Cate Blanchett, Kevin Kline y Sacha Baron-Cohen gira sobre un terrible engaño que es descubierto años después, y que nos va dejando en estas dos primeras entregas, las pistas que van entretejiendo el thriller. Desprecio se estrenó el pasado viernes 11 de octubre en medio de la expectativa de saber qué tan sólido sería el arranque de la primera serie del cotizado realizador mexicano. La plataforma de streaming apostó por presentar al público los dos primeros capítulos y estrenar uno nuevo cada semana hasta finiquitar los 7 con los que consta la historia. Así pues, pudimos ver un par de episodios y analizar qué diablos pasaba en la pantalla.
En su puesta en escena, que no tendrá segunda temporada, el director recurre a una historia clásica de nostalgia e intriga, cuya trama engañosa no se revela de inmediato, sino que juega con el espectador y lo lleva hasta donde el guion lo requiere. Algunas voces en redes sociales clamaron que el primer capítulo era «complicado», pero en realidad es que si bien los saltos en el tiempo son un tanto confusos y no nos dejan hilvanar la historia al no identificar a los personajes y cómo las tres historias se van a cruzar, ya en el segundo capítulo conectamos los cabos sueltos y descubrimos quién es quién en la trama.
“Debemos estar atentos a la narrativa y a la forma, el poder de cómo se cuenta algo nos puede acercar a la verdad, pero también puede ser un arma de manipulación que nos lleva a las verdades ocultas”, nos advierte una voz al principio de la película y en el mismo trailer. Las palabras vienen de una maestra de ceremonias y van dirigidas al personaje de Cate Blanchet, una documentalista que está recibiendo un premio por dos décadas de éxito. Y ese diálogo es clave y parece ser una pista que el propio Cuarón nos dejó ahí, para quienes la pudimos pescar. La frase define mucho de lo que será el eje de la miniserie: que las cosas dependen cómo se cuentan. Ya estamos avisados y hay que prestar atención a los detalles.
¿De qué trata Desprecio?
Seguramente vendrán algunas vueltas de tuercas en los siguientes episodios, pero los dos primeros capítulos nos cuentan en resumen, lo siguiente: una pareja de jóvenes ingleses viajan de mochilazo a Europa; en el tren, además de tener sexo desenfrenado, se la pasan increíble tomando fotos y divirtiéndose. Entonces llegan a Italia donde la chica recibe una noticia trágica y debe regresar a su país. Él, se queda, y en la playa del mediterráneo, conoce a una mujer y a su pequeño hijo.
Ahí comienza la primera línea narrativa, que de repente, en el mismo capítulo, brinca 20 años y nos ubica en Londres donde descubrimos a la que sospechamos es la misma rubia: Cate Blanchet, quien vive la vida entre su trabajo como documentalista y su extraña relación con su peculiar hijo, quien trabaja en el departamento de electrodomésticos de una tienda tipo Sears, muy lejos de la expectativa de mamá y de un irreconocible Borat en un papel dramático de padre de familia en conflicto. Sí, nos referimos a Sasha Baron-Cohen quien carga con parte del peso histriónico de la historia en el segundo capítulo, y lo hace perfecto.
Además, un tercer personaje aparece en escena: un melancólico y desencantado de la vida profesor universitario (Kevin Kline), quien halla un misterioso manuscrito de su fallecida esposa, así como unas fotos muy comprometedoras. El hombre decide tomar venganza al revelarse una historia que involucra un crimen sin resolver y un libro que devela secretos que afectaron su vida.
Las similitudes con Roma
Roma, la cinta que le agregó brillo a la carrera de Cuarón hace seis años, es un ejercicio nostálgico sobre los pecados del pasado y sobre la vida vista a través de recuerdos en blanco y negro. En ese sentido, Disclaimer también juega a las añoranzas, ahora en tercera persona, claro ésta, pero con similitudes en cuanto a mirar atrás para tratar de componer el pasado. O bien, echarlo todo a perder: “Creíste que te habías librado”, le dice el personaje de Robert (Baron-Cohen) a su esposa Katherine Ravenscroft (Cate Blanchet) en una escena. Y si bien Roma destila redención en sus escenas de agua y fuego, Disclaimer recurre también al mar furioso y a convertir en cenizas los recuerdos, pero en un tono trágico y nada purificador. Además, el hecho que la historia transcurra en su primera parte en la ciudad de Roma, se vuelve más revelador con las referencias que el director dejó en el camino. Disclaimer o Desprecio, fue adaptada por Alfonso Cuarón, y su guion se basa en la novela de la inglesa Renée Knight. La serie se filmó, además de Italia, en Inglaterra y Australia.
“Las historias que construimos a partir de nuestras propias vidas, y cómo se las presentamos luego a los demás, a la gente más cercana pero también a la sociedad. Como humanos, intentamos lidiar con muchas cosas diferentes pero, sobre todo, probablemente con una inmensa sensación de soledad”, aseguró Cuarón para la revista Time, quien por cierto, en 2018 publicó que Roma fue la película del año. En una reciente edición, la misma revista destacó el hecho que Cuarón le diera el “sí” a la televisión. Pero, ¿realmente lo hizo?
Cine disfrazado de serie
Un vistazo superficial a los dos primeros capítulos muestran que pese a todo, el cine sigue ahí. El formato ‘serie’ sólo se percibe porque Desprecio es una obra fragmentada. Pero al final, la forma de contar la historia es cinematográfica y por momentos, parece que estamos viendo una película y no una serie. Si estuvieran completos los capítulos, es decir, las 7 piezas del rompecabezas y los viéramos en una sola exhibición, estaríamos viendo una cinta de más de 6 horas de duración. Y eso no es necesariamente negativo, pero si una muestra de que si bien Cuarón dejó el cine, el cine no lo dejó a él.
