Mickey 17: La historia, lo bueno y lo malo, ¿vale la pena verla?

Mickey 17 se ha estrenado en todo el mundo, y su director, Bong Joon-ho, nos sorprende con una película que mantiene el toque de crítica social y radiografía del capitalismo, de su anterior filmografía, especialmente la ironía de Snowpiercer (2013), mezclada con el humor oscuro de Parasites (2019). Sí, pasan los años y seguimos con la misma problemática de ética en el mundo, que de lo bueno: es materia prima del prestigiado cineasta surcoreano.

El código de Mickey 17 es el humor, pero también el drama social. Foto: IMDb

Con el apoyo de Warner bros, esta historia adapta el libro distópico del escritoEdward Nashton y  lo planta en el formato de una superproducción de Hollywood, cosa que bien pudo perjudicar el cine de autor del director, pero su sensibilidad indie sale bien librada en general, y el tono, con Robert Pattinson cargando a cuestas con el peso de la actuación omnipresente, es un punto a favor.

Y es que el cine indie se ha puesto de moda en Hollywood, relegando los presupuestos multi-millonarios al cine de superhéroes y a requerimientos de producción más exigentes como lo puede ser una película de Superman. El reciente triunfo de Anora en la noche del Oscar, renuevan esa tendencia.

Ya vimos a Francis Ford Coppola fracasar con una película inmensa pero carente de emociones. Mickey 17 por poco y se queda tan vacía como el alma de un clon. SIn embargo, algo en guion rescata la película.

Y en ese sentido, si bien Mickey 17 no es una cinta indie ni pretende ser de culto, tampoco cuenta una historia fácil, comenzando por que la ciencia ficción en tiempos de Nolan, tiene ese elemento profundo en casi todos los casos.

Lo bueno de Mickey 17: ¿por qué vale la pena verla?

La historia es sobre la eterna lucha de clases y ese siempre es un tema interesante. En esta ocasión, la muy reflexiva y una tanto cruel historia narra el viaje existencial de un personaje que permite que lo clonen, pero no al estilo de Multiciplity —la cinta donde Michael Keaton aplica el hacer copias de sí mismo en tono de comedia—, sino más bien en un mood trágico al estilo de la reciente El Clon de Tyrone (2023).

¿Cine de ciencia ficción con un componente social? Esta es tu película. Foto: Warner Bros.

No esperes risas fáciles, si eres de los que van a la sala de cine a reírse de todo, mejor quédate en casa a ver alguna de las comedias que ofrecen las plataformas. Mickey 17 es una película que sí, tiene momentos sutiles de humor, pero más de ese tipo de momentos incómodos o, como se dice en las redes sociales, de altas dosis de cringe.

La premisa, una misión en la que se embarcan unos trabajados conocidos como Prescindibles (Expendables), que son utilizados como conejillos de indias humanos para hacer experimentos mortales en «pro de la humanidad». Estos personajes son réplicas que en teoría no seben sentir nada, ni dolor ni emocionaes, pero como suele pasar, las cosas no son lo que parecen.

Robert Pattinson en un papel diferente al que nos tiene acostumbrados. Foto: Warner.

“¿Qué se siente al morir?”, es lo que nos preguntamos toda la pelícual, y Mickey 17 juega con esa idea toda la película. La historia da un giro cuando Nasha (Naomi Ackie), una oficial de seguridad de la nave espacial, se enamora del protagonista (Pattinson) y lo intenta salvar. Como toda historia de ciencia ficción, no faltan los alienígenas que también tienen un papel en la historia. Y no decimos más, para no spoilear, pero se agradece que el tono romántico del relato, no se volque hacia los chiclés.

Lo malo de Mickey 17

La película consta de tres actos, el primero es impecable y entretenido, y nos hace pensar que estamos frente a una obra del tamaño de Parásitos, pero lo malo, es que el segundo tramo baja un poco de nivel y el cierre es correcto, sin llegar a ser espectacular.

El personaje de Mark Ruffalo es efectivamente, una caricatura de Donald Trump, algo que funciona bien en pequeñas dosis, pero acaba saturando un poco la narrativa. Esta tendencia, que también estamos viendo en la recién estrenada de Daredevil: Born Again — con el genial Vincent D’Onofrio en el papel de político lobo-con-piel-de-oveja— podría parecer repetitiva, pero el momento actual lo amerita, sin abusar.

Mark Ruffalo hace una parodia no oficial de Donald Trump en Mickey 17. Foto: Warner Bros.

En resumidas cuentas, una película que vale la pena ver en cine, la estética nos recuerda a clásicos como Alien o Blade Runner y eso es mucho qué decir. Los efectos hacen valer el boleto, si la ves en 4DX —con efectos de viento y incluídos— y no, a pesar de no superar ni en historia ni en alcances emocionales a Parásitos —la entrega más emblemática del cineasta—, es mucho mejor que el resto de estrenos en cartelera comercial.

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