Que el director de esta nueva entrega de Nosferatu sea fan de Home alone es muy revelador. Robert Eggers declaró en diciembre su gran gusto por la cinta conocida en Latinoamérica con Mi pobre angelito. «La veo una vez al año. Es una obra maestra. Es una película atemporal. Está impecablemente fotografiada». Lo anterior viene al caso porque deja claro que las intenciones del director de obras de terror como The Witch o, recientemente, la épica aventurera The Northman, van más allá del cine arty.
Nosferatu: El remake que su creador anhelaba dirigir
Este año, Robert Egggers, el cineasta estadounidense que logró traer de vuelta al vampiro, cumplió uno de los anhelos: dirigir una nueva versión de la clásica Nosferatu, cinta derivada de Dracula de Bram Stoker, obra que con el tiempo adquirió personalidad propia pese haber sido concebida como una adaptación «ilegal» de dicha novela.
Si bien la primera versión de 1929 puede resultan cargante en este siglo de TIkTok, Avengers e Inteligencia Artificial, el horror gótico ostenta de forma permanente ese drama que resiste el tiempo y que siempre es bien recibido por el gran público. Décadas pasan y persisten los personajes clásicos como el mismo Drácula o el mostruo de Frankenstein —que ya está siendo objeto de una nueva versión de parte de Guillermo del Toro—. «Nosferatu nos llevó 10 años sacarla adelante. Nunca sabes qué va a funcionar… ni cuando», reveló el director.
Nosferatu en 2025, ¿qué esperar?
La versión actualmente en cartelera, está encabezada por Bill Skarsgård, Emma Corrin y Willem Dafoe, este remake del clásico alemán de los años 20 cuenta con una narrativa sombría, escenas de violencia muy ad hoc a estos tiempos en que ya casi nada nos soprende y una exploración sicológica de temas como las obsesiones, el sexo y el miedo. Hay que tomar en cuenta que no se trata de una película de terror per se, y que si esperas encontrar sobresaltos y horror gráfico, la película te decepcionará, ya que más bien es una obra contemplativa con elementos de la leyenda vampírica y una historia que se va construyendo escena con escena. Eso sí, hay muchas escenas de sangre y violencia que contibuyen a armar el relato de la forma más cruda posible, ¿romance? no hay una idealización tal cual, el mito de vampiro elegante aquí no encaja, ni siquiera hay sombras del drácula de Francis Ford Coppola.
Y eso no debería soprendernos, desde The Ligthhouse o la misma The Witch, el director ha dejado pistas de que le gustan las historias cocinadas a fuego lento, con vasta atención en los detalles y en la fotografía, además de que suele apelar a su gusto por los mitos nórdicos o europeos. Cosa que no tiene nada que ver como Home Alone, por cierto, quizás solo en que la familia de Kevin viaja a París en esta comedia clásica. «Cuando estaba en Nueva York, tuve una gran experiencia con la comunidad romaní y me fascina Transilvania que, como sabes, es una región donde su cultura es muy potente», confesó el director, agregando más elementos a su eurofilia, en una entrevista para la web Fotogramas.
Las influencias de Eggers
«Creo en el terror pero solo en mis películas. Si creyera que existe no estaría aquí, estaría encerrado…», declaró sobre su obsesión por la mágia y el terror el director de Nosferatu. Para la realización de esta nueva versión, el cineasta fue cauteloso y las influencias fueron, basicamente, el Nosferatu tradicional de los años 20 y no el de 1979 protagonizado por el polémico Klaus Kinski. El problema es que la jugada arriesgada deja al personaje en un papel que nos remite al pasado, en un loop paradójicamente estático.
Y en ese sentido, es de donde han venido las críticas más duras contra la película. Pese a su 87% de aprobación en Rotten Tomatoes, algunas de las reseñas consideran que la película con todo y su notable manufactura, no aporta mucho al mito, y simplemente se conforma con rendir tributo a las viejas convenciones cinematográficas. Y sí, en muchos momentos de la cinta se nota el respeto que Eggers le tiene a la obra clásica previa; finalmente, el recurrir a ese lenguaje y dejar de aportar por los nuevos formatos, es el punto débil de una película que pudo haber sido estrenada en los años 90 o hace 10 años y no se iba a notar nada.
Y es cierto que el director usó mucho CGI y lo combino de forma orgánica con naturalismo y escenarios reales, pero eso no bastó para que su obra cojeara un poco, más allá de la estética, en la forma en que los personajes están involucrados en esa historia.
Los aciertos de Nosferatu
Lily-Rose Depp ya suena entre algunos críticos de cine para la carrera al Óscar a la Mejor Actriz de reparto y aunque Eggers quería a la actriz Anya Taylor-Joy para el interés romántico del vampiro, finalmente la decisión parece que ha sido de lo más acertada, pese a que algunas voces críticas digan que el mayor talento histriónico de Lily consista en ser la hija de Johnny Depp. Bill Skarsgård, el protagonista de la historia, por su parte, si bien viene de un tropezón con terrible remake de El Cuervo, aquí lo hace bien y demuestra que lo suyo es estar maquillado como vampiro o como payaso sobrenatural, como ya lo vimos en It.
Por otro lado, Nicolas Hoult, a quien veremos pronto en la nueva entrega de Superman y que también es el villano de la reciente cinta protagonizada por Jude Law, la policiaca ochentera The Order, igualmente se muestra diestro a la hora de encarar su personaje. La trama de Nosferatu, sería repetitivo recapitularla, se trata de la clásica historia de horror gótico en la que un ente vampírico se obsesiona con la esposa de un joven mercader y todo lo que conlleva esta tragedia sangrienta.
La película está en cartelera, aunque si prefieres esperar, cuandosea lanzada en plataformas y en formato físico, Nosferatu contará con una versión extended de más de tres horas de duración.
