Shohei Ohtani y el regreso más esperado del beisbol: Peloteros como Shohei Ohtani se dan cada 100 años o hasta más tiempo, pero hoy somos privilegiados de ser testigos de un atleta que domina todos los aspectos del rey de los deportes, pero también es carismático, acaba de convertirse en padre y nos dejó un momento tierno al lado de su esposa japonesa.
En fin, los elogios sobran para un personaje que conquistó a la afición de los Dodgers, pero cada estadio donde se para a jugar, la gente lo quiere, es imposible no hacerlo y hasta con sus compañeros es muy querido. Es cierto que necesita ir con un traductor porque no habla inglés, pero ha ido aprendiendo de a poco y hasta en español ha dicho algunas palabras que causan la risa de todos.
Un penoso episodio en la vida de Ohtani
Mizuhara era el intérprete de Shohei y también uno de sus compañeros más cercanos que iba con él a todos lados en Estados Unidos en su paso por los Angels y también en su llegada a los Dodgers, pero en 2024 fue acusado de robar 17 millones de dólares a su patrón, y después de un juicio, fue sentenciado culpable y la justicia le ordenó devolver el dinero. Pero todavía hay algo peor, y es que ese dinero fue para pagar deudas con casas de apuestas y hasta se le investigó a Ohtani por sospechas de juego en casino para el japonés y eso pudo acabar con su carrera, afortunadamente se comprobó su inocencia.
El regreso a los montículos de Ohtani
A Shohei Ohtani se le considera el heredero de Babe Ruth por dominar el bate y el montículo como pitcher, de hecho llegó a las Grandes Ligas como lanzador, pero de inmediato (2018) demostró que también podía batear y hacerlo de forma sobresaliente, así que rápidamente comenzaron las comparaciones con Ruth, legendario pitcher que hasta señalaba a dónde iba a ir el home-run a la hora de pararse en la caja de bateo.
Conocido como el samurái japonés, Shohei paso 22 años solamente como bateador designado por una operación Tommy John, cirugía que inahbilita a los lanzadores por al menos un año, pues es en el codo de lanzar, y aún así, los Dodgers le dieron un contrato de 700 millones de billetes verdes.
Pero la espera terminó, y los vimos batear y ser el líder de MLB en homeruns, pero el lunes se paró en la lomita por primera vez en casi dos años.
El regreso de Ohtani fue discreto, nada espectacular para las expectativas, pero su actuación fue breve, dejó una huella imborrable en la victoria 6-3 sobre los Padres de San Diego. En una entrada de labor, permitió una carrera tras sencillos consecutivos de Fernando Tatis Jr. y Luis Arráez, y un elevado de sacrificio de Manny Machado.
Realizó un total de 28 lanzamientos, de los cuales 16 fueron strikes, y lo más impactante fue que su recta de cuatro costuras alcanzó una velocidad de 100.2 millas por hora.
Además, 14 de sus lanzamientos estuvieron en o por encima de las 98 mph, reafirmando que su brazo sigue teniendo una potencia formidable. En el plato, Ohtani también contribuyó, yéndose de 4-2 con dos carreras impulsadas, para seguir demostrando que su brazo sigue disponible para darle más alegrías a sus fanáticos.
Con el madero sigue imparable y sus batazos de cuatro esquinas seguirán llegando en el deporte que requiere una gran inteligencia, ser estratégico y atleticismo en su máxima expresión.