Facebook Pixel Code
Now Reading
Cultura de cancelación, ¿censura o conciencia?

Cultura de cancelación, ¿censura o conciencia?

  • Decir algo ofensivo o inapropiado socialmente puede tener consecuencias cancelables.
Cultura de cancelación, ¿censura o conciencia

Hoy en día las redes sociales tienen el poder de llevarte a la fama o desacreditarte por completo, todo depende del discurso que manejes, si tiene ciertos tintes negativos u ofensivos hacia cualquier persona o grupos.

La cultura de la cancelación es ese “castigo”, por decirlo de alguna manera, para aquellas personas que se han expresado o posicionado a favor de alguna situación que este causando polémica y afectando a terceros.

Redes sociales y la cancelación

Según el reporte Digital 2022 de la agencia We are social hay 4,620 billones de usuarios de redes sociales en todo el mundo.

Estas cifras pueden darnos una idea de lo que representa el muy temido “hate” en el mundo digital.

Las redes sociales se han convertido en la vía perfecta para propiciar la cultura de la cancelación, desde retirar el apoyo de ciertas marcas, empresas o grupos a las figuras que han hecho comentarios o tenido acciones racistas, homofóbicas y machistas; hasta generar cierto bullying digital.

Las personas canceladas no solo reciben todo tipo de comentarios en redes y se vuelven tendencia por sus acciones, también llegan a perder sus trabajos sin la posibilidad de enmendar sus actos.

Un ejemplo de ello es el caso de Will Smith, quien se volvió viral y fue cancelado después de darle una bofetada a Chris Rock en la premiación de los Óscar en marzo del 2020, además del hate que recibió en redes, el actor perdió proyectos que tenía en puerta y fue vetado de la Academia por 10 años. 

Los inicios de la cancelación

La cultura de la cancelación tuvo sus primeros pasos a través del “black twitter”, una comunidad de tuiteros afroamericanos que utilizaban esta plataforma para denunciar actos de racismo y discriminación propiciados por personalidades de peso en los medios o empresas.

Movimientos sociales hasta convertirlos en tendencia, los cuales sin tener como objetivo la cancelación, contribuyeron con esta cultura, tal es el caso del #MeToo

Después, el algoritmo de las diferentes plataformas se encargó de posicionar ciertos movimientos sociales hasta convertirlos en tendencia, los cuales sin tener como objetivo la cancelación, contribuyeron con esta cultura, tal es el caso del #MeToo.

#MeToo tiene una carga social importante al buscar justicia para las víctimas de estos abusos atroces y en el desarrollo de esta gran manifestación de inconformidad, cansancio y coraje salió a flote la cancelación.

Aunado a lo anterior, las nuevas generaciones tienen conciencias totalmente diferentes a las que se tenían en el pasado, un tanto más determinadas, además de que están expuestas a muchísima información que les da herramientas para alzar la voz ante las injusticias.

El manifiesto ante la cancelación

A partir de este fenómeno surgieron muchas controversias, pues, el otro lado de la moneda, es decir, los personajes cancelados o que no están de acuerdo con la severidad de esta cultura, alzaron sus voces también.

A través de un manifiesto publicado en Harper’s Magazine, académicos, académicas, novelistas y periodistas externaron su preocupación por la libertad de expresión:

“El libre intercambio de información e ideas, elemento vital de una sociedad liberal, se restringe cada día más”. 

“La censura también se está extendiendo más ampliamente en nuestra cultura: una intolerancia hacia puntos de vista opuestos, una moda por la vergüenza pública y el ostracismo, y la tendencia a disolver cuestiones políticas complejas en una certidumbre moral cegadora”. 

Estos son algunos de los párrafos que componen el manifiesto firmado por 150 personajes, tales como J.K. Rowling, Margaret Atwood, Sir Salman Rushdie, Noam Chomsky, Gloria Steinem y Garry Kasparov.

Y ¿qué pasa con el humor?

A partir de la cancelación, algunos y algunas comediantes han replanteado sus chistes, mientras que otros y otras están preocupados porque su profesión “muera”, ya que no se sienten con la libertad de crear sin ser blancos de represiones en el futuro.

Maureen Lipman es una reconocida y galardonada actriz, cómica y escritora, condecorada por la reina como Dama del Imperio Británico
Maureen Lipman es una reconocida y galardonada actriz, cómica y escritora, condecorada por la reina como Dama del Imperio Británico.

Maureen Lipman por ejemplo es una de las comediantes que expresó su sentir en una entrevista con la BBC, respecto a lo que está pasando con la comedia, indicó que “los cómicos se ven obligados a suavizar el texto de sus rutinas por temor a que alguien en la audiencia se sienta insultado”.

Mientras tanto, el cómico británico Russell Kane, mencionó «Lo que están diciendo es que no puedes usar un discurso de odio que pudiera fomentar crimen de género, o crimen de sexo o crimen racial».

See Also
Market manipulation or just Meme posting Exploring Elon Musk's Impact on the Cryptocurrency Market (1)

Comediantes como Dave Chappelle, Franco Escamilla y muchos otros que basan sus chistes en temas controversiales como el machismo y la transexualidad deberían reconsiderar sus discursos para no pender del hilo de la cancelación. 

¿Censura o conciencia?

¿Censura o conciencia

La cultura de la cancelación no solo es un móvil para alzar la voz, también se ha convertido en la forma tajante y humillante de darle una lección unas y unos cuantos.

¿Hasta dónde debe llegar la cancelación? No contamos con un termómetro con el cual podamos medir la temperatura de una situación cancelable, simplemente existe el criterio de quien se ofende por algún acontecimiento, eso significa que la cancelación puede llegar a ser subjetiva en algunas ocasiones.

Y es que los discursos de odio, la intolerancia y los chistes hacia ciertos grupos que han sido blanco de injusticias a lo largo de la historia, deben cesar.

Lo cierto es que la libertad de expresión es un derecho de todas y todos, simplemente deberían existir regulaciones cuando esta libertad comienza a vulnerar a otras y otros, es decir, promover discursos cargados de ofensas debería tener consecuencias.

Por este motivo la cultura de la cancelación llegó en el momento indicado, sin embargo, la tolerancia y la oportunidad de corregir los errores también juegan un papel importante dentro de todo este fenómeno.

Errar es de humanos, la diferencia está en la conciencia que se desarrolle y trabaje para poder visualizar el daño que puede causar algo que podría parecer una simple opinión.

La cancelación es necesaria para aquellos y aquellas que no tienen ni la más remota intención de enmendar sus errores o que ni siquiera se dan cuenta de las consecuencias de sus actos y discursos violentos.

Por otro lado, la cancelación usada para humillar sin el propósito del aprendizaje y el crecimiento como sociedad puede llegar a ser un arma de doble filo que lejos de promover un cambio positivo genere más odio en esta sociedad.