El panorama luce interesante, ya que los cambios de Musk en Twitter han dejado vulnerable a la red y plataformas como Threads y BlueSky están aprovechando el momento para rematar.
Sí, la llegada y apropiación de Twitter por parte del poderoso y polémico Elon Musk, ha causado una serie de revuelos que han provocado que la conocida red social siga siendo —para bien o para mal— tendencia mundial por diferentes razones.
Los cambios implementados han hecho reaccionar a los tuiteros, pero también a los competidores como la recién estrenada Threads o la vieja conocida BlueSky, quienes pareciera que quisieran ver a “Larry” (la diminuta ave azul, mascota de Twitter), caerse del nido y desnucarse.
Si, desde que el empresario —a quien muchos, incluyendo este medio, hemos comparado con el personaje de Lucas Matsson de la serie Succession— adquirió la red social, la controversia no se ha hecho esperar, esto por los cambios que se han implementado y sus repercusiones.
¿Revolución o involución? En estos tiempos donde las cosas se mueven de forma más inmediata, quizás las respuestas las tengamos muy a corto plazo, porque los mencionados competidores están moviendo sus piezas frente al desencanto de los tuiteros.
¿Cómo fue la polémica compra de Twitter de parte de Elon Musk?
Hagamos historia. Fue en Octubre del 2022 que se concretó una compra cuyo desarrollo estuvo bajo los reflectores. Los números de la transacción —unos 44,000 millones de dólares—, hicieron del asunto, uno de los más grandes hitos de la historia contemporánea en cuanto a operaciones corporativas se refiere. Como ya no anotamos, una especie de Succession de la vida real (sin el drama familiar claro… o quizás no lo sabemos y hubo un Kendall tras bastidores).
En realidad el único atisbo de tragedia se asomó en la venta, porque el mismo Elon Musk ya se había retractado de la compra acordada, lo que obligó a Twitter a emprender acciones legales para hacerlo cumplir con el trato concertado. Y quizás ahí comenzó ese “resentimiento” del directivo hacia una red social que realmente no necesitaba en su cartera de propiedades.
Los primeros cambios de Musk en Twitter
Tras la definitiva adquisición, las primeras decisiones de Musk dieron inicio con el despido de algunas de las vacas sagradas de la compañía, dejando a la empresa huérfana de algunos de los principales ejecutivos. Por no mencionar, que muchos empleados decidieron renunciar ante los cambios en las condiciones laborales. En ese contexto, el flamante nuevo dueño hizo una insólita declaración: que habría comprado Twitter “no para ganar dinero” sino por ‘solidaridad con la humanidad’ mediante una plaza en común digital para toda la civilización”, aseguró (pero no le creemos).
La insignia de verificación
Las señales de alarma se encendieron poco después afectando de forma directa a los usuarios, cuando en febrero del año pasado, Musk modificó el algoritmo de búsqueda de la red con el fin de promover sus propios tuits. Pero lo peor vino luego, cuando su purga incluyó la eliminación de la famosa insignia de verificación. Esa distinción permitía saber si una cuenta era legítima o no, y el cambio afectó tanto a celebridades como a empresas.
La solución propuesta, una subscripción de 8 dólares al mes para acceder a la verificación en Twitter, ¿no que no se trataba de ganar dinero el asunto? Si bien la medida ofreció ventajas para los miembros, también traicionó un poco la naturaleza de Twitter. Como por ejemplo, los usuarios de paga pudieran publicar mensajes sin la restricción de caracteres (280), olvidando el característico microblogging que obligaba a los tuiteros a ser concisos y directos con sus mensajes. ¿Qué no era esa la gracia de Twitter? La capacidad de síntesis y la información rápida y ligera.
El cambio más radical y restrictivo de Twitter
Otro de los cambios implementados y muy criticados es reciente, y consiste en que los usuarios sin una cuenta en la plataforma ya no pudieran acceder a esta para leer tuits, entrar a ver perfiles o realizar búsquedas. Pero si bien Twitter renunció recientemente (al menos de forma parcial) a esos movimientos, un nuevo anuncio que podría ser el cambio más radical de la era Musk, es el que tiene que ver con otra restricción, una muy grande por cierto: limitar la visualización diaria y el número de tuits que se pueden consultar.
En este nuevo esquema, sólo los usuarios verificados podrán ver más de 10,000 tuits por día, editar tuits publicados previamente y acceder a otras funcionalidades exclusivas. Sí, tras declarar que no había comprado la red social para explotarla, contradictoriamente Musk ha insinuado varias veces que “pagó más de lo debido” por la plataforma y ahora, los usuarios pagan los platos rotos.
Tanto desencuentro ha causado la reciente decisión, que Linda Yaccarino —la CEO de la compañía—, tuvo que salir a dar una explicación y defender la decisión administrativa que pone en desventaja a Twitter ante la avanzada de las compañías rivales: “Cuando tienes una misión como la que tenemos en Twitter, necesitas realizar grandes movimientos para seguir fortaleciendo la plataforma”, aseguró la directiva desde su propia cuenta en la red social que paga sus quincenas.
El éxito de Threads
El ataque es frontal: Threads, la nueva red social creada por Meta, tiene la consigna de competir con Twitter en un formato similar. Threads es una suerte de Instagram de texto que, según un comunicado oficial y el The New York Times, se trata de “un nuevo espacio por separado para actualizaciones y conversaciones públicas en tiempo real”.
Al estilo de Twitter, Threads está disponible para iOS y Android, y además, en formato site de escritorio. La app permite crear posts de hasta 500 caracteres, ofrece la posibilidad de compartir imágenes y videos de hasta cinco minutos.
El jueves 6 de julio, el mismo Mark Zuckerberg —SEO de Meta—, aseguró que 30 millones de personas habían abierto su cuenta en la plataforma a un día de su lanzamiento, señal de que los usuarios están buscando una alternativa a Twitter frente a los criticados cambios de Musk.
Y sí, ya puedes seguirnos en esta nueva red para cuál incluso ya hay un diccionario posteado por Threads (que por cierto indica que “threading» o ”stitching” será el verbo que podría sustituir a “Tuitear”.
La alternativa Bluesky
La red social de Jack Dorsey, cofundador de Twitter, es la “otra amenaza” a la que se enfrenta el juguete (semi) nuevo de Elon Musk. El mismo día qué Threads aterrizó, Bluesky anunció que su plataforma —que está en desarrollo desde 2021— había recibido una nueva inyección de capital, lo que se traducirá en un aumento de usuarios en el futuro, tendencia que podría segmentar el mercado y no dejar un sólo paladín en el horizonte. A menos claro, que Twitter definitivamente sucumba y queden solo dos competidores en el ring, con la ventaja mediática y el apabullante apoyo corporativo de Threads y el hype inclinado a su favor.
Por ahora, Bluesky solo está disponible por invitación, pero la plataforma, a quien muchos catalogan como una simple “imitación” de Twitter, ha recibido un tráfico inusitado desde el reciente anuncio de Musk.
¿El fin de la era Twitter?
Cuando el río (digital) suena, es por algo. Y si bien Twitter es un poderoso, los cambios y la llegada de una competencia novedosa como Threads, que cuenta con el respaldo de Facebook y la base de datos de Instagram, deja el panorama incierto y el recuento de los daños por las recientes decisiones de Musk, de pronóstico reservado.
Claro, la un poco más silenciosa, pero latente irrupción de Bluesky es otro factor peligroso y lapidante. Algunos medios más fatalistas como TheVerge.com, dan por hecho el fin de Twitter y hasta se preguntan no sin algo de amargura adónde se supone que iremos ahora: “El final de una era en la web es quizás algo bueno y refrescante, pero ahora mismo ya extrañamos ese lugar donde sabíamos que siempre estarían todos”, dice en un artículo que más bien parece un epitafio.