Desde hace varios años el consumo de edulcorantes se ha popularizado debido al incremento de las tasas mundiales de obesidad y diabetes. Los edulcorantes o sustitutos de azúcar son sustancias químicas que ayudan a endulzar la comida, algunos edulcorantes son de origen vegetal y tienen la función de disminuir las calorías y evitar el consumo de azúcar.
El consumo de edulcorantes en niños
En muchos países de Latinoamérica como México, Chile, Uruguay y Perú, entre otros, los alimentos presentan leyendas precautorias para proteger los derechos de la infancia a una alimentación sana. Una de esas advertencias es el contenido de edulcorantes, ingrediente no recomendable para el consumo en niños.
Esto se debe a que diversos estudios han relacionado el consumo de edulcorantes no calóricos con ganancia de peso, enfermedades del corazón y efectos metabólicos. De acuerdo con la Revista del Consumidor, los edulcorantes están relacionados con efectos negativos como: disminución en la sensibilidad de la insulina, aumento de concentración de glucosa sanguínea, y habituación al sabor dulce en la población infantil.
Los edulcorantes no son necesarios
La mayoría de la comida que tiene edulcorantes es poco saludable. Se trata en muchas ocasiones de alimentos muy procesados, precocinados, panadería, refrescos, jugos, mermeladas o dulces, por lo que deberían de consumirse de manera muy ocasional.
Recientemente, la Organización Mundial para la Salud desaconsejó el uso de edulcorantes para bajar de peso o para prevenir la obesidad. Consumir estos productos no ofrece beneficios significativos a largo plazo para reducir la grasa corporal en adultos o niños. Tampoco ayudan a reducir enfermedades como el cáncer o la diabetes.
Además, su consumo prolongado aumenta los riesgos de padecer diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y muerte prematura en adultos. Esto sucede con todos los edulcorantes libres de azúcar, como: sacarina, sucralosa, acesulfamo potásico, ciclamato, aspartamo, neotame y stevia, que suelen estar presentes en alimentos y bebidas denominados como “light” o “cero”.
¿Cuánto edulcorante puede consumir un niño?
Los edulcorantes no deben añadirse a fórmulas lácteas para lactantes, ni a cereales, ni alimentos infantiles para lactantes o niños de corta edad, según la normativa europea. La Asociación Española de Pediatría no recomienda su uso en niños de 1 a 3 años.
Como no existen suficientes estudios sobre los posibles beneficios para la salud en niños y adolescentes, la Academia Americana de Pediatría no considera que los edulcorantes deban ser una parte significativa de la alimentación en niños y adolescentes.
Las dosis recomendadas por la European Food Safety Authority debe ser muy ocasional para no tener ningún efecto sobre la salud del niño. Aún se desconocen las implicaciones a medio y largo plazo, aunque sean seguros desde el punto de vista de la toxicidad, hay aspectos que se han revelado en algunos estudios que se deben considerar.
Como son: que el niño se acostumbre al sabor demasiado dulce interfiere en que adquiera buenos hábitos alimenticios, además de que el sabor dulce estimula ciertas áreas del cerebro y crea cierta adicción. Otro aspecto es la posible alteración en el equilibrio de los hidratos de carbono, la energía y la regulación del apetito.
¿Son más recomendables algunos edulcorantes?
No hay mucha diferencia entre unos edulcorantes y otros. Hay diferencia en cuanto al sabor por los matices de cada uno, pero en general todos se deben consumir en una muy pequeña cantidad y solo ocasionalmente, sin importar de que edulcorante se trate. Si se van a consumir de vez en cuando se recomienda ir variándolos.
¿Pueden causar cáncer?
No hay evidencia concluyente de que puedan causar cáncer. La Food and Drug Adminstration (FDA) asegura que su consumo de manera moderada es seguro. El Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos niega que haya evidencia de que los edulcorantes causen cáncer.
Antes de aprobar los edulcorantes, la FDA hace muchos estudios de seguridad para evaluar el riesgo a que desarrollen diversas enfermedades, incluyendo el cáncer. Los estudios hasta el momento no muestran evidencias científicas de que causen cáncer o de que sean una amenaza para la salud humana.
¿Es mejor usar azúcar?
Lo ideal sería no endulzar la comida o evitar las comidas procesadas que tienen mucha azúcar o edulcorantes. Sin embargo, se puede consumir azúcar con medida, ya que lo que hace daño no es en sí el azúcar, sino las cantidades excesivas.
Cuando se tiene una dieta baja en azúcar se consigue una mejor nutrición y disminuyen los problemas de sobrepeso, obesidad, diabetes y caries dentales. La Organización Mundial para la Salud (OMS) recomienda que si se ingieren azúcares libres, sea menos del 10% de las necesidades energéticas totales y se observan mejoras en la salud si se reducen a menos del 5%, esto equivale a menos de un vaso de 250 mililitros de bebidas azucaradas al día.
Los niños no necesitan edulcorantes para tener un desarrollo óptimo, ya que pueden causarles problemas de salud a largo plazo, así como la generación de hábitos alimenticios poco sanos en la adultez. Si desde que son niños los padres les inculcan a los pequeños hábitos alimenticios saludables y una dieta balanceada, es más probable que continúen con ese estilo de vida.
