La directiva del PSG, encabezada por el propietario Nasser Al-Khelaïfi ha intentado de todo con tal de conquistar el trofeo de la UEFA Champions League, pero sigue sin conseguir el objetivo y su apuesta más reciente fue contratar a Luis Enrique como su nuevo director técnico.
Diversos entrenadores con diferentes perfiles han pasado por el banquillo parisino sin éxito desde que el club fue adquirido por el Qatar Investment Authority: Carlo Ancelotti, Laurent Blanc, Unai Emery, Thomas Tuchel, Mauricio Pochettino y Christophe Galtier.
Los inicios de Luis Enrique como estratega
El español empezó en el Barça Athletic (filial del Barcelona) en 2008 y le fue bastante bien: registró un total de 59 victorias, 40 empates y 25 derrotas para un 72.58% de efectividad en tres años.
Etapa complicada en la Roma
Los buenos resultados le abrieron la puerta a Luis Enrique en el equipo de la capital de Italia, donde tuvo la oportunidad de debutar en Primera División y experimentó en carne propia lo difícil que es estar a la altura de las expectativas al máximo nivel de competencia.
Su balance al frente de ‘la loba’ fue de 16 triunfos, nueve igualadas y 16 descalabros para un 33.56% de efectividad. En cuanto a torneos, no pudo clasificar a la UEFA Europa League en la ronda previa, fue eliminado de la Copa Italia por la Juventus en cuartos de final y finalizó en la séptima posición de la Serie A.
Otro complejo reto en el Celta de Vigo
Después de un año inactivo, Luis Enrique fue elegido como director técnico del equipo gallego para la temporada 2013/14, pero nuevamente la pasó muy mal: se despidió al finalizar el ciclo con 15 partidos ganados, siete empatados y 18 perdidos para un 43.33% de efectividad.
Con respecto a los certámenes que disputó, quedó en el noveno lugar de LaLiga de España y se despidió de la Copa del Rey siendo goleado por 4-1 en el marcador global ante el Athletic Club en la cuarta ronda.
La polémica llegada de Luis Enrique al Barcelona
A pesar de que sus números en Primera División fueron bastante pobres, el expresidente Josep Maria Bartomeu apeló a lo que había hecho el entrenador en sus inicios en el Barça Athletic y le otorgó un arriesgado voto de confianza para asumir el timón del Barcelona.
Luis Enrique demostró de inmediato de lo que era capaz si tenía una plantilla poderosa a su disposición: con Lionel Messi, Neymar y Luis Suárez como principales referentes, el conjunto ‘blaugrana’ hiló siete encuentros sin sucumbir (seis triunfos y un solo empate). Curiosamente, su nuevo equipo terminó con aquella racha superándolo por 3-2 en la segunda jornada de la UEFA Champions League.
Los trofeos empezaron a llenar las vitrinas del Barcelona
Con un estilo de juego ofensivo espectacular, Luis Enrique conquistó el título de LaLiga de España con 94 puntos (dos más que el Real Madrid) y la Copa del Rey venciendo por 1-3 al Athletic Club en la gran final.
Para ese entonces, la escuadra catalana ya estaba instalada en el compromiso por la gloria de la UEFA Champions League, misma que alcanzó imponiéndose por 1-3 sobre la Juventus: ya eran tres campeonatos de seis posibles para el estratega originario de Gijón.
Su siguiente desafío sería ganar la Supercopa de Europa y también lo logró: su rival fue el Sevilla como monarca de la UEFA Europa League y lo derrotó por 5-4 en tiempo extra tras empatar 4-4 en los 90 minutos reglamentarios gracias a un doblete de Lionel Messi y goles de Rafinha, Luis Suárez y Pedro.
Cuando parecía que el ‘Barça’ estaba encaminado para conquistar también la Supercopa de España, sufrió un duro golpe siendo goleado 1-5 global por el Athletic Club y teniendo que conformarse con aquel subcampeonato.
En diciembre de 2015 era el momento de hacer valer la jerarquía en el Mundial de Clubes y así sucedió. El Barcelona eliminó con un contundente 3-0 al Guangzhou Evergrande de China y se coronó superando por 2-1 al River Plate, que era el campeón de la Copa Libertadores.
El único objetivo pendiente de Luis Enrique
Al director técnico solo le faltaba levantar la Supercopa de España para completar su colección de trofeos en el país ibérico y no se quedó con las ganas de hacerlo en la campaña 2015/16 goleando 5-0 en el marcador global al Sevilla.
Después de todo eso, concretó el bicampeonato de liga y sumó otros dos de Copa del Rey, lo que significa que se despidió con nueve títulos en total. Con respecto a sus estadísticas, registró 138 victorias, 22 igualadas y 21 tropiezos para un fenomenal 80.29% de efectividad.
Luis Enrique en la Selección de España
Sus impresionantes hazañas en el Barcelona le permitieron encabezar al representativo de su nación en sustitución del interino Fernando Hierro tras el Mundial de Rusia 2018.
Luis Enrique registró un par de triunfos en UEFA Nations League, así como otros dos en cotejos amistosos y dos derrotas antes de verse obligado a dar un paso al costado para dedicarse al 100% a su hija que padecía cáncer óseo y que, lamentablemente, perdió la batalla en agosto de 2019.
El entrenador decidió regresar en diciembre de aquel año con varios retos por delante en UEFA Nations League, Eurocopa 2020 (2021) y el Mundial de Qatar 2022. Llegó hasta semifinal en la Eurocopa, fue subcampeón en la UEFA Nations League 2020/21 y fue eliminado del Mundial en cuartos de final.
Debido a dichos resultados, Luis Enrique fue destituido pese a que tenía pendiente una nueva semifinal de UEFA Nations League contra Italia. El estratega abandonó al representativo de su país con un total de 24 enfrentamientos ganados, 11 igualados y nueve perdidos entre sus dos etapas para un 62.87% de efectividad.
Luis Enrique: El entrenador ideal para el PSG
El español no solo ha demostrado que puede alcanzar el éxito, sino hacerlo gestionando un vestidor repleto de estrellas como el que le tocó en el Barcelona hace una década: Messi, Neymar y Suárez eran acompañados por otras figuras como Marc-André ter Stegen, Dani Alves, Javier Mascherano, Gerard Piqué, Jordi Alba, Sergio Busquets, Andrés Iniesta, Ivan Rakitić y Xavi Hernández.
Ahora, Luis Enrique vivirá una situación muy similar en el equipo de la capital de Francia, donde una de sus responsabilidades más importantes será controlar la frecuente lucha de egos entre Kylian Mbappé y Neymar, así como gestionar la actitud de otros futbolistas de renombre: Gianluigi Donnarumma y Keylor Navas como porteros en su batalla por la titularidad, Marquinhos y el recién llegado Marco Asensio, entre otros.
