Hace algunos meses, Carlos Alcaraz alcanzó la primera posición del ranking mundial de la Asociación de Tenistas Profesionales con tan solo 20 años de edad. En aquel momento, el español le arrebató dicho puesto a Novak Djoković, a quien enfrentó recientemente en una prueba de fuego como lo fue la gran final de la edición 2023 de Wimbledon.
Para el ibérico era la gran oportunidad de demostrar que no se había convertido en el mejor de su deporte por obra de la casualidad, mientras que para el serbio era importantísimo poder ganar para recuperar la cima de su disciplina.
El camino de Carlos Alcaraz y Novak Djoković hacia la final de Wimbledon
Por un lado, el originario de El Palmar, Murcia, se deshizo del francés Alexandre Müller, del chileno Nicolás Jarry, del italiano Matteo Berrettini, del noruego Holger Rune y del ruso Daniil Medvédev.
En contraste, el nacido en Belgrado dejó en el camino al argentino Pedro Cachín, al australiano Jordan Thompson, al suizo Stan Wawrinka, al polaco Hubert Hurkacz, al ruso Andrey Rublev y al italiano Jannik Sinner.
Una final de Wimbledon memorable
En el primer set dio la impresión de que Carlos Alcaraz no salió lo suficientemente concentrado al partido por la conquista del trofeo, puesto que lo perdió de forma preocupante por 1-6.
El español logró recuperarse para el segundo set y lo demostró imponiéndose por 7-6 (8-6) y le dio la vuelta en el tercero devolviéndole la moneda a su adversario con un contundente 6-1.
Novak Djoković sabía que si perdía el cuarto set sería el final de la historia, así que se puso las pilas y se impuso por 3-6 para obligar a jugar el quinto y definitivo capítulo, donde su rival finalmente se coronó por 6-4 tras un periodo agotador de cuatro horas con 46 minutos llenos de pura calidad tenística.
El origen de la rivalidad entre Carlos Alcaraz y Novak Djoković
La primera vez que estos dos atletas se vieron las caras fue en la semifinal del Masters 1000 de Madrid del año pasado. El ibérico iba en ascenso y tenía la ilusión de dejar atrás la séptima casilla del ranking de la ATP, mientras que su oponente era el líder en ese momento.
A final de cuentas, el joven que en aquel entonces tenía 19 años de edad dio un tremendo golpe de autoridad obteniendo la victoria por 7-6, 5-7 y 7-6. Posteriormente, consiguió el título venciendo por 6-3 y 6-1 al alemán Alexander Zverev, que en ese momento era segundo mejor del mundo.
La revancha de Novak Djoković
Pasó poco más de un año para que Alcaraz y ‘Nole’ volvieran a coincidir y esta vez sucedió en la semifinal de Roland Garros. El español buscaba refrendar su puesto número 1 del ranking de la ATP y el serbio tenía la intención de escalar del tercer sitio.
En esta ocasión, el balcánico cobró venganza derrotando al ibérico por 6-3, 5-7, 6-1 y 6-1. En la gran final logró levantar el trofeo a costa del noruego Casper Ruud por 7-6 (7-1), 6-3 y 7-5 para finalmente recuperar la plaza más alta del ranking de la ATP.
El futuro a corto plazo de Carlos Alcaraz y Novak Djoković
La gran prueba que ambos tienen en puerta es el último certamen de Grand Slam del año. El español tratará de refrendar su posición privilegiada en el ranking de la ATP alcanzando la gloria en la edición 2023 del US Open, mientras que Djoković hará un nuevo intento de desbancar al rey actual del tenis.
A falta de la confirmación de su participación, otro de sus retos más exigentes posteriores será el torneo Masters 1000 de París, Francia, del 30 de octubre al 5 de noviembre.
La cereza en el pastel del año será, como ya es costumbre, el certamen de ATP Finals del 12 al 19 de noviembre en Turín, Italia, donde competirán los ocho mejores del ranking mundial. Actualmente, además de Alcaraz y Djoković, los contendientes serían Daniil Medvédev, Stefanos Tsitsipas, Holger Rune, Andrey Rublev y Jannik Sinner.
Por lo pronto, Carlos Alcaraz y Novak Djoković nos enseñaron por qué son los mejores tenistas del mundo actualmente, pero la temporada todavía no termina y el serbio todavía tiene amplias posibilidades de cerrarla en lo más alto del ranking, aunque ya vimos que no es nada fácil superar al ibérico.
