Escritor, editor y consultor multidisciplinario. Me gusta la tecnología y…
Todos en el mundo hemos sido afectados de alguna manera por la pandemia. Esta situación, que al menos en América Latina está lejos de irse, nos demuestra que el futuro es incierto. Construir resiliencia es una habilidad indispensable para navegar con éxito los cambios tan rápidos a los que estamos expuestos en un mundo hiperconectado. Antes de la pandemia tenía sentido planear estrategias a 5 años. Ahora podemos considerarnos afortunados sí podemos visualizar el futuro en los próximos 5 meses.
Para empresas, una de las maneras más efectivas para crear resiliencia financiera, operativa y estratégica; es contar con una sólida estructura de gobierno corporativo.
El gobierno corporativo es el conjunto de normas, principios y procedimientos que establecen las relaciones entre la junta directiva, el consejo de administración, los accionistas y el resto de partes interesadas, y estipula las reglas por las que se rige el proceso de toma de decisiones en la compañía para la generación de valor.
Deloitte
En pocas palabras, el gobierno corporativo en las empresas, son las reglas que profesionalizan las decisiones. Evitando que sean centralizadas en una sola persona.
No contar con un gobierno corporativo puede llevar a la desintegración de una empresa
Lo que distingue a una startup de una pyme, es el potencial de rápida escalabilidad por el uso de tecnología en procesos clave. Es por esto que para startups, se hace más evidente contar con este tipo de estructuras desde etapas tempranas. Ya que las necesidades de financiamiento empujan a profesionalizar la toma de decisiones. En ocasiones obligando a los founders a ceder el ownership parcial de su empresa. Aunque esto es algo que se entiende de manera tácita; durante esta crisis he presenciado duros procesos de toma de decisiones. Mismos que evidencian la falta de gobierno corporativo dentro de estructuras organizacionales. Algunos incluso terminando en la desintegración de la empresa misma.
Este fenómeno también es algo muy común dentro de las pymes y las empresas familiares; cuyas necesidades de financiamiento no siempre llevan a la descentralización de las decisiones. Lo cual puede ser fatal para la supervivencia de la compañía, especialmente durante tiempos de crisis como las que vivimos. Además de los aspectos legales que formalizan la estructura de gobierno corporativo, ¿por dónde se empieza a construir?, ¿cuáles son las cualidades de los líderes empresariales que logran escalar sus empresas incluso más allá de su visión inicial?. En las siguientes líneas te lo cuento.
Cultura de accountability
Uno de los ejemplos más notables de lo peligroso que puede ser la falta de accountability y el exceso de confianza en el poder de decisión de una sola persona; es el caso del fundador y ex-CEO de wework, Adam Neumann. Gracias a su personalidad y confianza en sí mismo, fue capaz de llevar a la empresa de oficinas colaborativas a una valuación de casi 47 mil millones de dólares. Atrayendo a importantes inversionistas institucionales como Softbank. Sin embargo, antes de que la empresa saliera a la bolsa a ofrecer acciones, numerosos despilfarros e imprudencias de Neumann alertaron a la comunidad de inversionistas sobre la rentabilidad de la empresa. Además de poner bajo la lupa el comportamiento inusual y desmedido de Neumann; por lo que wework terminó por cancelar el proceso de salida a la bolsa y la junta directiva destituyó a Neumann como CEO de su propia empresa.
Si bien empoderar a personas a emprender es algo loable; usualmente se vende la falsa idea de qué emprender significa alcanzar un grado de libertad sin accountability. En mi experiencia, esto se debe a que los rasgos de personalidad que pueden ser útiles en la industria del emprendimiento, son los mismos que pueden llegar a crear una cultura empresarial anacrónica que exime a los líderes de la responsabilidad de rendir cuentas. Aplica tanto a ellos mismos como a otros stakeholders.
Emprendedores que no llevan control de gastos, o que incluso mezclan gastos personales con los de la empresa, y que no son capaces de asimilar feedback negativo en este tema; son algunos de los focos rojos que ahuyentan a inversionistas serios.
Estructura de ownership
Descentralizar las decisiones es clave para que los resultados sean evidentemente más profesionales. Para startups y pymes, tomar en cuenta diversos puntos de vista y expertise, enriquecen los procesos de toma de decisiones; mismos que desencadenan una serie de buenas prácticas que usualmente terminan en acontecimientos de éxito empresarial. Por ejemplo, la consolidación del liderazgo de la marca en el mercado, la adquisición de la empresa por parte de un jugador más grande, o simplemente la supervivencia durante tiempos de crisis.
El hecho de que los líderes o fundadores de la compañía cuenten con perfiles empresariales diversos; es buena señal para otros stakeholders a la hora de establecer negociaciones de cualquier tipo. Ya que disminuyen las probabilidades de que la empresa tome decisiones irracionales. En mi experiencia evaluando diferentes emprendimientos en etapa temprana; el famoso founder bias es la razón más común de desintegración organizacional. El Bajo performance operativo, la mala salud financiera puede provocar a la larga desconfianza ante potenciales inversionistas o partners estratégicos.
¿Por qué adoptar éstas medidas?
Entre más temprano se adopten medidas que faciliten la implementación de gobierno corporativo; será más fácil acceder a financiamiento para el crecimiento. Para las startups de base tecnológica, adoptar estas medidas significa incrementar su atractividad ante inversionistas de capital de riesgo. Quienes a cambio de capital inteligente (smart money), adquieren voz y voto en las decisiones de la empresa. En mi experiencia, aún es importante que los emprendedores en América Latina comprendan lo específico de este tipo de negociaciones. He visto de primera mano casos de emprendedores sobresalientes y capaces que conocen su negocio y su mercado; pero que diluyen por completo su poder de decisión a cambio de capital; o que por otro lado, no son capaces de escuchar a inversionistas con más experiencia y terminan tomando decisiones irracionales. Esto a la larga sale muy caro.
En el caso de las pymes, adoptar estas medidas significa mejorar las condiciones bajo las que pueden acceder a créditos empresariales para el crecimiento. Contar con estructuras de gobierno corporativo al acercarse a fuentes de liquidez (bancos, Fintechs, arrendadoras) permite a las empresas acceder a tasas de interés más bajas, condiciones de pago preferenciales y flexibilidad en los esquemas de renegociación de deuda. Todo esto, permite mitigar el impacto de sucesos inesperados como los que estamos observando hoy en día a raíz de la pandemia del COVID-19.
En conclusión, si eres emprendedor de una startup o de una pyme; ten en cuenta que el futuro es incierto y las condiciones del mercado pueden cambiar en menos de una semana. Por lo que, contar con una estructura de gobierno corporativo puede ser la diferencia entre la supervivencia y la quiebra definitiva de tu emprendimiento.
What's Your Reaction?
Escritor, editor y consultor multidisciplinario. Me gusta la tecnología y el internet.