Cada día es más común ver emprendedores, desde los que nunca han tenido un trabajo estable y han optado por lo informal hasta los que renunciaron a ser “godínez” para toda la vida y convertirse en sus propios jefes, pero ¿quién dijo que es sencillo?
Muchos creerán que tener su propio negocio es una vida más relax, llena de lujos, de éxito monetario, con más tiempo libre y sin jefes; sin embargo, es todo lo contrario, pues tu estilo de vida ahora pasa a ser tu negocio.
Allí pasarás horas y horas de arduo trabajo, de implementación de ideas y estrategias, lidiar con clientes que aunque no parezca pasarán a ser tus nuevos jefes, pues dependiendo de su crítica, la cual puede ser directamente o de boca en boca y de su fidelidad, es que tu emprendimiento sobrevivirá o se irá por la borda.
De hecho, yo soy un ejemplo de emprendedora. Hace algunos meses tomé la decisión de lanzarme a la aventura y cimentar mi sustento diario, que por cierto, hablando desde mi experiencia, puedo decirles que el camino no ha sido fácil.
Hay días en los que me levanto sin ganas de abrir mi establecimiento, pues el día previo termino agotada luego de haber atendido a tantas personas. A veces quisiera partirme en mil o tener mis propios empleados, pero aún no me es posible, lo que hace que en ocasiones me sienta frustrada o me invadan impulsos de desistir, pues aún no veo el crecimiento que quisiera, sin embargo, luego me calmo y pienso “Roma no se hizo en un día”… Si quiero llegar a la meta tengo que ser constante y sobre todo muy paciente, ya vendrán los frutos de esa cosecha.
Latinoamericanos prefieren emprender a ser empleados
En estos tiempos de economías inestables luego de la crisis pospandemia, millones de latinos han optado por emprender, lo que nos demuestra que son gente creativa, con capacidad de innovación y muy trabajadora.
Según el más reciente Informe de Emprendimiento Global de Amway, el 90% de las personas encuestadas en América Latina desean tener un negocio propio a corto o mediano plazo.
Por otra parte, el auge de las redes sociales y su fácil acceso, las han convertido en canales de desarrollo de nuevos emprendimientos. De los encuestados, el 87% indicó que aprovecharían las redes sociales de amigos y familiares para promocionarse, lo que representa casi 9 de 10 personas entrevistadas, dándonos una idea de la importancia que estas plataformas digitales han cobrado.
El 90% de los participantes señaló que se sienten cómodos vendiendo a través de redes sociales y el 64% dice que las redes sociales son la mejor vía para desarrollar un negocio propio y maximizar sus ganancias.
Respecto a los beneficios de iniciar un emprendimiento en América Latina, el 74% destacó la oportunidad de ser su propio jefe/jefa, el 67% la posibilidad de obtener ingresos adicionales, mientras que el 65% lo indicó como la opción de trabajar en algo que les apasiona.
Sobre el sentido de autoconfianza podemos darnos cuenta que este es muy bueno, porque el 83% menciona que posee las habilidades necesarias para dar este paso; sin embargo, solo el 37% considera que tiene los recursos necesarios para hacer posible su emprendimiento.
Aún y con este último dato, veámosle el lado positivo, pues eso nos abre una ventana de posibilidades para buscar programas de apoyo por parte de los gobiernos, ya que sí existen, pero muchos no lo saben. Dichos apoyos sirven para echar a andar los negocios de quienes deciden dar este paso, pero que no cuentan con el dinero suficiente para hacerlo.
El estilo de vida de un emprendedor
- No tienen horario, un día puede ser demasiado temprano y otro muy tarde.
- Invierte su propio dinero, pues muchas veces con el sacrificio de ahorros o deuda adquirida es que echan a andar su negocio.
- No son todólogos, por lo que es importante relacionarse con alguien que les brinde apoyo y/o asesoría, debe estar abierto a consejos y ¿por qué no? asociarse con otra persona para hacer equipo.
- Se saben relacionar, todo el tiempo están generando contactos por su constante interacción con otras personas.
Ser emprendedor requiere de mucha fortaleza mental y buen manejo de las emociones, pues hay quienes no saben conducir el estrés y puede terminar consumiéndolos porque no todos pueden soportarlo.
La perseverancia es la mayor prueba, sé que quieres avanzar lo más rápido y hacer de tu negocio algo rentable, pero la incertidumbre te invade y las expectativas pueden ser intimidantes, es un sube-y-baja de expectativas y decepciones, pero todo depende de cómo lo tomes y mejores.
Definitivamente, cualquier emprendimiento es una oportunidad de desarrollo que impacta nuestras vidas y las de la sociedad donde subsistimos, está en nosotros hacerlo de manera positiva, aunque habrá quienes querrán desanimarte, no hagas caso, cree, confía en ti y verás que saldrás adelante.
