La ortorexia es una obsesión por comer sano, que va desde la selección de los alimentos revisando de dónde provienen, hasta la forma de prepararlos.
El término viene del griego “ortho” que significa justo y “orexia” que significa apetencia, se podría traducir como “apetito correcto”.
Actualmente, esta patología aún no es reconocida oficialmente como un trastorno alimentario, pero psicólogos y psiquiatras lo tratan como tal.
Según un artículo de Elsevier, esta patología se presenta regularmente en países desarrollados, por el trasfondo que tiene, y tiene muy poca presencia si no es que nula en países con poco poder adquisitivo.
Características de la ortorexia
Este tipo de trastorno tiene ciertas señales de alarma para poder identificarlo:
- Dedicar 3 o más horas al día pensando en su dieta, planeando de manera excesiva cada comida.
- Realizar largos desplazamientos con el fin de conseguir determinados alimentos: ecológicos, sin aditivos, de importación, etc.
- Sentimiento de culpa si se infringe alguna de las reglas que define “su dieta sana”.
- Gran preocupación por la calidad de los alimentos, más que del propio placer que surge al consumirlos.
- Aislamiento social derivado de los altos requerimientos exigidos para alimentarse y por consecuencia disminución de la calidad de vida.
Las personas afectadas por este padecimiento no solo buscan estar bien físicamente, sino también cumplir con cierta moral que puede llegar a poner su salud en riesgo.
De acuerdo al psicólogo Jaime Silva de la Clínica Alemana las y los pacientes con este padecimiento sólo logran estabilizar su autoestima y emocionalidad a través del control de la alimentación.
El golpe a la salud
Con el paso de tiempo y por las características de dicho trastorno, la ortorexia puede terminar siendo una adicción, más que un estilo de vida, la cual tiene consecuencias graves para la salud cuando comienza a avanzar, tales como:
- Hiponatremia: Bajos niveles de sodio.
- Acidosis metabólica: El cuerpo comienza a producir mucho ácido o los riñones no están eliminando el suficiente ácido.
- Pancitopenia: Bajos los niveles de glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas.
- Anemia: Glóbulos rojos insuficientes.
- Desnutrición: Falta de nutrientes principales.
Según especialistas del ITA, además de las afectaciones físicas, este tipo de trastorno impacta emocionalmente a sus víctimas, dejándolas con un sentimiento de vacío e insatisfacción.
La comida como componente social
La comida no solo es uno de los elementos principales que necesitamos para sobrevivir, sino también motivo de interacción social.
Todas las culturas tienen dietas totalmente distintas, con componentes básicos y otros no tan comunes, por ejemplo en México tenemos como base el maíz, mientras que en Rusia predomina el trigo.
Entonces una parte clave de los hábitos alimenticios de toda persona es el lugar en donde nace y el círculo en el que se desenvuelve, ya que todo ello se relaciona directamente en el tipo de alimentos que consume.
Por tanto, si alguien comienza a obsesionarse con los elementos “saludables” que giran en torno a la comida, como su procedencia, sus componentes y su preparación; dejará de acudir a eventos o reuniones para evitar comer algo que no esté en su restringida lista de alimentos aprobados, y es aquí cuando la ortorexia comienza a afectar la esfera de las relaciones sociales de una persona.
Déficits nutricionales
Cuando la ortorexia se hace presente, casi todos los pensamientos de la persona se enfocan en tener una vida saludable a través de alimentos sumamente cuidados y muchas veces no se toma en cuenta lo que el cuerpo realmente necesita.
Suele suceder que las personas que sufren este trastorno están tan ocupadas revisando los estándares de calidad de su comida, que se les olvida sustituir los elementos que desechan en su lista por otros que les den el aporte nutricional que requieren.
Entonces al no brindarle al cuerpo lo que necesita para cumplir sus funciones básicas comienzan los padecimientos, la falta de energía y el desequilibrio nutricional y emocional, de ahí la importancia de la frase “cuerpo sano, mente sana”.
El tratamiento para sanar
Para poder superar este trastorno es importante el trabajo de un equipo multidisciplinario, es decir, se requiere sanar la parte psicológica, nutricional y puede que en algunos casos entre también algún psiquiatra.
Hay que tomar en cuenta que es un proceso largo porque se debe hacer entender a la persona que sus prácticas no son las más adecuadas y además su organismo se debe ir acostumbrando poco a poco a consumir todo tipo de alimentos que le proporcionen lo necesario para realizar sus funciones del día a día.
Las y los especialistas involucrados se encargarán de asesorar y supervisar al paciente desde la aceptación de su condición hasta llegar a la selección de los alimentos acorde a su talla, edad y sexo; hasta llegar a una dieta equilibrada y completa.
Prevenir la obsesión
Cuidar la alimentación no es algo malo, mientras no se convierta en tu motivo de existencia o en el centro de tus pensamientos, y siempre hay formas de prevenir este tipo de padecimientos como:
- Tomar como punto de referencia la variedad de nutrientes y propiedades que necesita el cuerpo para sobrevivir.
- Educar desde la infancia sobre temas de respeto al cuerpo, evitando estereotipos o modelos de belleza.
Esta labor debe trabajarse en todos los ámbitos de la vida, incluyendo el escolar, familiar y mediático, de esta manera se forjará el conocimiento de una dieta equilibrada en nutrientes, y así se desarrollarán conductas adecuadas para minimizar los riesgos de padecer cualquier trastorno alimentario.
