El 31 de Marzo de 1995 es una fecha marcada para la generación Milenial. A sus 23 años de edad y estando en la cumbre del éxito, Selena Quintanilla; fue asesinada. Recordada por sus canciones bidi bidi bum bum, como la flor, entre otras… Murió Selena, nació una leyenda. Y la fortuna de los que quedaron en vida subió como la espuma gracias a su imagen y talento.
Selena Quintanilla
El 31 de Marzo de 1995.
A los 23 años de edad.
Hasta 2019, la marca de Selena genero casi 80 millones de dólares, de acuerdo con reportes de CNN; y vendió más de 30 millones de discos, siendo una de las artistas latinas mas vendidas de todos los tiempos.
Mientras fans, coleccionistas y admiradores corrían a comprar sus CDs, playeras, gorras, bustiers y vestidos; la máquina consumista calentaba motores.
El asesinato de Selena tuvo los ingredientes perfectos para ser la historia del siglo: fama, amor, codicia y traición.
Ash Alliu
Elementos explotados estratégicamente durante los últimos 25 años.
¿Cuánta ganancia genera la imagen de Selena después de su muerte?
Veinticinco años después de su asesinato, continuan generando ganancias con su imagen. MAC, famosa marca de cosméticos, creó una línea en colaboración: Selena La Reina, vendida en menos de 24 hrs. Forever 21, lanzó su colección de aniversario. La industria del entretenimiento también utilizó el branding post-mortem; creando dos series y una película, en ésta última Jennifer López saltó a la fama tras interpretar a Selena Quintanilla.
Hasta 2019, la marca de Selena generó casi $80 millones de dólares, según reportes de CNN. Vendió 30 millones de discos o más. Selena es considerada una de las artistas latinas mas vendidas de todos los tiempos.
Branding post-mortem: muere artista, nace leyenda
Durante las primeras horas que fallece un artista; inicia la competencia mediática para definir quién será el primero en lanzar la noticia. A la par, disqueras, managers y albaceas revisan contratos, derechos y concesiones; para determinar las obligaciones que tenía el artista antes de fallecer.
Inicia el branding postmortem, todo lo relacionado al artista se vuelve oro. Las canciones inéditas se convierten en potenciales éxitos, sus últimos mensajes se transforman en premoniciones; pero cómo será recordado, lo determina la forma en que falleció.
El mejor amigo del branding post mortem es la especulación, la fantasía de los hubieras; las verdades a medias y las versiones de los afectados.
Ash Alliu
La muerte de un artista es trascendental para algunas generaciones. Por ejemplo, las muertes de 2Pac y Biggie Smalls, simbolizaron el fin de una era y nacimiento de un género. La muerte de Kurt Cobain marcó una generación completa.
En el caso de Selena, su asesinato marcó a una generación de mexicanos, viviendo en Estados Unidos. Selena representa el sueño Americano alcanzado; con esfuerzo, dedicación y compromiso logró romper las barreras del lenguaje y la discriminación.
¿Quién se queda con la mejor parte en las peleas legales?
Abraham Quintanilla, papá de Selena, comenzó una batalla legal a dos meses del asesinato, para ser albacea de su música, negocios, propiedades e imagen de Selena perpetuamente. Lidió con Emi Records y Chris Pérez su yerno incómodo; quien recibió 25% de los derechos sobre la música de Selena.
Selena y los Dinos el sueño de Abraham Quintanilla
Aunque los Quintanilla manejan cómo quieren que sea recordada Selena, lo más llamativo de su historia no es tan positiva. Se cuenta que Abraham Quintanilla cumplió su sueño personal al descubrir la voz privilegiada de su hija menor. Negando a sus hijos la oportunidad de tener una vida normal.
Primero formó los Dinos, un grupo de mexicanos nacidos en EU; buscando dar un toque único al rock and roll entre 1959 y 1969. Su éxito local, se vio mermado por el racismo del medio musical; afectó sus vidas personales y desintegraron el grupo musical al poco tiempo. En 1982 Abraham continuó su proyecto personal con la voz de Selena; así nacieron Selena y los Dinos.
Selena aprendió a querer la música, aunque su verdadera pasión fue la moda. Lamentablemente parece que su legado fue dirigido únicamente hacia los intereses de su padre.
El villano de la historia permite perpetuar la imagen del artista
La leyenda de Selena no existiría sin Yolanda Saldívar; quién a los ocho meses de conocerla, generó co-dependencia con ella, al tiempo se convirtió en obsesión. El Secreto de Selena fue resultado del protagonismo utilizado por Yolanda para eximir su culpabilidad. Las especulaciones, historias e imagen alrededor del villano, permiten perpetuar aun más el marketing del artista.
Poco a poco se acaban los recuerdos, las fotos privadas y las canciones inéditas. Las generaciones crecen y los gustos musicales cambian. Pero el branding post-mortem continúa generando millones de dólares gracias al morbo e interés de los fanáticos en la vida de sus ídolos, incluso después de su muerte.
Yo me pregunto: ¿hasta dónde se puede potenciar la corta vida de Selena?, ¿cuándo dejaremos de glamorizar la explotación infantil, la manipulación familiar y el chantaje emocional? y ¿qué pasaría si la historia de Selena se contara sin el velo de la mercadotecnia?. Tal vez en otro artículo escriba mis conclusiones. Cuéntame que opinas tú.
