Cada vez escucho que son más los niños, las niñas y los jóvenes que no quieren ir a la escuela y que tienen expresiones como. ¿Por qué tengo que aprender esto que no quiero?, ¿por qué me obligan?.
La educación tradicional es similar a una fábrica
La educación actual está planteada desde la revolución industrial, como un modelo encaminado para producir un tipo de ciudadano que sea gobernable y maleable. De hecho siguiendo esa misma lógica las escuelas son muy parecidas a las fábricas. Con líneas de producción en las que entra una materia prima, que se somete a un proceso de transformación para que al final salga un producto que cumpla las especificaciones del fabricante, a petición de un consumo específico.
Esa es la idea central de la educación tradicional. Así son los distintos grados escolares, son como líneas de producción que le exigen a los alumnos un cierto perfil de ingreso “materia prima” para producir un modelo de ciudadano que cumpla con las especificaciones de una autoridad “producto terminado”.
Aquí hay un primer problema, a diferencia de los bienes materiales las personas valen por sí mismas y no por sus capacidades. Por lo que al exigir un estándar académico sucede que aquellos alumnos con retraso escolar son descartados, y aquellos con habilidades sobresalientes se aburren tremendamente, por lo que se convierte en un sistema excluyente.
Desde la escuela contemporánea estamos formando personas de acuerdo a fines particulares de quienes sustentan el poder.
Deficiencias del paradigma de la educación tradicional
La educación tradicional (en la que yo estudie y muy probablemente tú también) no ha tenido los ojos puestos en los alumnos. Los líderes educativos pretenden imponer un modelo de cultura específico. La educación reinante ha sido la educación de la imposición. Los adultos les dicen a los estudiantes lo que tienen que saber, cómo lo tienen que saber, dónde lo tiene que aprender.
La autoridad educativa determina lo que los alumnos tienen que saber porqué han decido lo que les hará exitoso, felices y prósperos. Entonces eligen una serie de información, contenidos y habilidades para imponer a los estudiantes.
Este modelo educativo aunque ha perdurado por muchos años, es cada vez menos efectivo. Porque las sociedades están cambiando, cada vez son más las personas que no están dispuestas a seguir el status quo y hacer las cosas porque alguien dice que deben de ser hechas. Ahora las personas están mas dispuestas a vivir desde la libertad. Las nuevas generaciones abogan por una participación más activa en su propio proceso de educación.
Todos hemos sido educados bajo el paradigma de la educación de la imposición y creemos que es lo “normal”. Debemos reconocer que nos han vendido y muy bien vendida, la educación de la imposición.
Este sistema antiguo se ve más cómo un proceso de amaestramiento y no tanto como un proceso de verdadera educación.
Yo sé que salirnos de la caja y romper ese paradigma es todo un reto pero cada vez hay más personas que lo logran. Y quiero decirte, el paradigma está cambiando, ahora estamos volteando a la educación de la libertad.
Para romper paradigmas, conozcamos los pilares de la nueva educación
La nueva educación en la libertad es vista como un proceso en el que el alumno es el protagonista de su propia educación, con los siguientes pilares.
- Una educación centrada en aprendizajes para la vida y no para lograr un estándar académico.
- Esquemas pedagógicos que buscan un aprendizaje desde la motivación y el interés de los estudiantes con libre elección de contenidos.
- Lugares donde se trabaja únicamente con motivación intrínseca. Que los estudiantes hagan las cosas porque quieren y no por una motivación extrínseca. Como es hacer las cosas por premios, castigos, calificaciones, cuadros de honor, etc.
- Una educación que enseña en procesos de cooperación y aprendizaje social, no con esquemas de competencia y avances individuales,
- Procesos educativos donde importan la afectividad y el corazón de cada uno de los estudiantes, y no la producción masiva de conocimiento.
- Una educación donde los adultos ya no enseñan casi nada, sino que, tan sólo son guías del proceso personal de aprendizaje de los estudiantes. Aquí el maestro no afirma “yo te voy a enseñar”, sino que le dice a su alumno “tu vas a aprender y yo te acompaño a que lo logres”.
Con el viejo paradigma yo necesito saber matemáticas para enseñarte matemáticas. En este nuevo paradigma no necesito saberlas si te sé guiar para que tu las aprendas”
Niñas, niños y jóvenes autodidactas en el nuevo paradigma educativo de libertad
En los nuevos modelos educativos lo importante es lograr que los estudiantes sean autodidactas y adquieran competencias que les permitan la autonomía. Que sean estudiantes con un motor interno lo suficientemente grande que les permita acercarse al aprendizaje por el puro gusto y placer de aprender. Personas que se atrevan a soñar y que tengan todas las herramientas y capacidades para lograr aquello que se proponen.
En los nuevos modelos educativos hay niños, niñas y jóvenes felices. Créeme, yo los veo todos los días.
El modelo tradicional no causa interés, ni motivación en las nuevas generaciones
- Entendamos que el paradigma de la educación de la imposición cada vez es menos aceptado en sociedades que buscan mayores márgenes de libertad.
- Las nuevas generaciones cada vez se sienten más inconformes con la educación de la imposición. Cada vez se hace más preciso que las personas y las sociedades se atrevan a romper el molde y adopten el nuevo paradigma de la educación.
- En el nuevo paradigma son los alumnos quienes toman el control de su propio proceso de aprendizaje.
- El maestro ya no tiene que imponer un conocimiento específico, tan sólo debe ser un guía para que los alumnos aprendan por ellos mismos.
- Si queremos personas autónomas y autodidactas es preciso adoptar el nuevo paradigma de la educación.
