Estoy seguro que hemos escuchado un millón de veces la frase “el cambio empieza por uno”, ¡que trillada es! Sin embargo, ¿nos hemos puesto a analizarla realmente? Después de algunos años, me di cuenta de la fuerza que tiene esta frase y aquí te traigo un ejemplo:
Un activista ambiental, de apenas 25 años, denunció al gobierno alemán frente al Tribunal Constitucional por la deficiencia de la ley de protección climática y ¡ganó!
Su argumento fue el siguiente: la ley de protección climática de Alemania del 2019 carecía de un plan detallado para una reducción efectiva de las emisiones de dióxido de carbono y no contemplaba disposiciones suficientes para garantizar la protección de las futuras generaciones.
Frente a lo cual, el Constitucional alemán declaró a la ley como inconstitucional e incompatible con los derechos fundamentales por tener deficiencias que violaban los derechos de los jóvenes demandantes. En consecuencia, el gobierno alemán tiene hasta finales del siguiente año para establecer los objetivos de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero después de 2030.
Mis primeros dos pensamientos frente a este hecho:
1) Si el plan de Alemania no es lo suficientemente detallado, no me imagino cómo va a ser el de los países que no tiene como prioridad el cambio climático en sus agendas
2) Yo soy parte de los jóvenes a los que les están lanzando el muerto (dejando toda la responsabilidad) para los siguientes años.
Entonces, es la hora de empoderarnos con la frase “el cambio empieza por uno” e iniciar la acción. A continuación, describo algunas sugerencias que podemos empezar como personas, comunes y corrientes:
1. Presiona a los políticos
Haz oír tu voz y exige acciones climáticas a tus representantes políticos. Escribe cartas, realiza llamadas, comparte información en redes sociales y firma peticiones en línea a favor del medio ambiente. Al unirte a otros ciudadanos preocupados, puedes influir en la toma de decisiones y promover políticas ambientales más sólidas.
2. Reduce el consumo de carne
La industria ganadera es una de las principales causantes de emisiones de gases de efecto invernadero. Prueba platos vegetarianos y reduce tu consumo de carne animal. Empieza por disminuir las porciones, elimina la carne un día a la semana y explora alternativas vegetales. Además de ayudar al medio ambiente, una alimentación basada en plantas puede ser beneficiosa para tu salud.
3. Ahorra energía en casa
Pequeños cambios en tus hábitos diarios pueden marcar una gran diferencia. Apaga las luces cuando no las necesites, utiliza bombillas de bajo consumo energético, desconecta los electrodomésticos en modo de espera y utiliza termostatos para controlar la temperatura en tu hogar. También considera el uso de energías renovables, como la energía solar.
4. Reduce, reutiliza y recicla
Practica el consumo responsable, evita el uso de productos desechables y opta por productos duraderos y de calidad. Reutiliza objetos en lugar de desecharlos y recicla todo lo que puedas. Separa correctamente tus residuos y apoya programas de reciclaje en tu comunidad. De esta manera, reducirás la generación de desechos y ayudarás a conservar los recursos naturales. Para casas en Ecuador, te puedo recomendar que te bajes el App ReciVeci.
5. Utiliza el transporte sostenible
Considera opciones de transporte más amigables con el medio ambiente, como caminar, andar en bicicleta o utilizar el transporte público. Si necesitas un vehículo, opta por uno de bajo consumo de combustible o eléctrico. Además, fomenta el uso compartido de vehículos y promueve la creación de infraestructuras para bicicletas y peatones en tu comunidad.
6. Aprovecha la energía renovable
Si tienes la posibilidad, instala paneles solares en tu hogar para generar energía limpia. Además de reducir tus emisiones de carbono, podrías ahorrar en tu factura de electricidad a largo plazo. Si no puedes instalar paneles solares, considera la opción de contratar energía renovable a través de tu proveedor local.
7. Planta árboles y cuida la vegetación
Los árboles desempeñan un papel fundamental en la lucha contra el cambio climático, ya que absorben dióxido de carbono y liberan oxígeno. Participa en actividades de reforestación en tu comunidad, presiona a tu empresa para que haga jornadas de plantación de árboles nativos o planta árboles en tu jardín. Además, cuida la vegetación existente y evita la deforestación en tu entorno.
8. Promueve el consumo responsable
Selecciona productos y marcas que sean social y ambientalmente responsables. Investiga sobre sus prácticas de producción, su impacto en el medio ambiente y su compromiso con la sostenibilidad. Un gran ejemplo es la marca Patagonia. Opta por productos locales y de temporada, que reducen las emisiones asociadas al transporte de mercancías.
9. Educa e inspira a otros
Comparte información sobre el cambio climático y las acciones que podemos tomar para combatirlo. Utiliza tus redes sociales, conversaciones con amigos y familiares, o incluso escribe tu propio blog o artículo para concienciar sobre la importancia de proteger el planeta. Inspira a otros a unirse a esta lucha y demuestra que cada acción cuenta.
10. Vive de forma consciente
En general, busca vivir de una manera consciente y sostenible. Reflexiona sobre tus necesidades reales y evita el consumismo excesivo. Elige productos de calidad y duraderos, valora la naturaleza y disfruta de las actividades al aire libre. Recuerda que nuestras acciones diarias tienen un impacto, y con cada elección, podemos contribuir a un futuro más sostenible.
Cada uno de nosotros puede desempeñar un papel crucial en la lucha contra el cambio climático. A través de acciones simples, pero significativas en nuestra vida diaria, podemos marcar la diferencia. Desde presionar a los políticos hasta reducir el consumo de carne, cambiar nuestros hábitos y promover un estilo de vida sostenible, podemos trabajar juntos para salvar nuestro planeta. ¡El cambio empieza por uno, y cada acción cuenta!
