Las repercusiones médicas de las exhalaciones del volcán Popocatépetl —cuya alerta se mantiene en amarilla fase 3, que significa que la actividad del volcán es de intermedia a alta— son un tema que preocupa a la población. La presencia de ceniza y de gases en el medioambiente, representa un motivo de alarma que analizamos junto al especialista, el doctor Óscar Jiménez, neumólogo especializado acreditado por la UNAM, y residente de varios institutos públicos y privados.
¿Qué síntomas podemos presentar los habitantes de los estados cercanos a la actividad volcánica —Puebla, Morelos, Estado de México—?
Los síntomas respiratorios que pueden presentar los ciudadanos dependerán si cargan con alguna patología previa, digamos que con las más comunes como asma, bronquitis o enfermedad pulmonar obstructiva crónica. Las personas en esa condición son más susceptibles, pero las personas sanas no tienen comprometida su salud si la contingencia es pasajera y están de forma directa en el lugar de la actividad volcánica.
¿Qué enfermedades se pueden desarrollar si no se toman precauciones y se está expuesto a un incremento de las exhalaciones?
Los síntomas para cada individuo van a depender de la frecuencia, la duración y la exposición a estas partículas. Se reconocen varias de estas sustancias, pero las más comunes que contienen son cristales de sílice que son las que pueden provocar problemas agudos que son inflamación y una irritación y secreción nasal llamada rinorrea. Puede haber dolor en la garganta acompañado de reflejo tusígeno —es decir, tos constante—
¿Los niños y las personas mayores corren un riesgo más grande?
Sabemos que siempre hay grupos más vulnerables en los extremos de la vida, es decir, menores de 5 años o mayores de 65. En ellos, sí puede darse mayor presencia de problemas respiratorios.
¿Qué condiciones se deben dar para que las cenizas no nos afecten?
Debe existir un tema de inhalación de piedras volcánicas que tuvieron un proceso de combustión y que están acompañadas de gases químicos y de ceniza que, por lo general, es de un tamaño menor a 2 milímetros. Este material que se queda suspendido como una capa de partículas tras las exhalaciones, casi siempre es de un tamaño menor a 10 micras, que es lo que la gente podría estar respirando.
¿Hay consecuencias a largo plazo de la exposición a las cenizas?
Se puede presentar algo llamado silicosis, pero esta es una enfermedad laboral —es decir, que se da por lo general en empresas con contaminantes que afectan directamente a los pulmones— y depende de una exposición frecuente. No están reportados temas como el cáncer. Sí, se pueden dar muchas visitas a urgencias, pero como —esperamos— esto será durante un período corto de tiempo, no se prevé una emergencia sanitaria.
Al parecer, se vuelve a inquietar Don Goyo.
— Webcams de México (@webcamsdemexico) May 24, 2023
El tremor del #Volcán #Popocatépetl en las últimas horas, reflejado en el #Sismograma de la estación sismológica Popocatépetl. pic.twitter.com/ruE1z4ybqy
¿Las mascotas pueden resultar afectadas?
Sí, el ambiente les puede causar irritación e inflamación. Por ello, se recomienda el uso de mascarillas especiales de tipo veterinario. Además de las mascotas, el tema es proteger la alimentación del ganado, porque se puede contaminar.
¿Qué recomendaciones médicas aplicaría como neumólogo?
De preferencia pediría no salir de nuestro domicilio, y mientras más lejos estemos de esas áreas, menos partículas dañinas inhalaremos. Se recomienda médicamente el uso de mascarillas con estándar N95 que tienen la suficiente protección para partículas arriba de 3 micras. Ojo: no así contra los gases que pudieran ser expulsados del volcán.
¿Qué otros órganos pueden verse afectados?
Varios, no solo el tracto respiratorio está comprometido con esta situación, también otros órganos están en riesgo. La piel debe estar protegida, y se recomienda usar ropa manga larga, guantes y tratar de cubrir la mayor parte del cuerpo. Para los ojos, se deben usar gafas herméticas como las de nadador —para andar en exteriores—. De medicinas preventivas, no hay ninguna indicación, pero si llegara a detonar alguna enfermedad o síntoma de infección viral o bacteriana —producto de que bajen las defensas por los contaminantes—, la sugerencia es no dejar que el problema avance.
La información vertida por el especialista está basada —nos aclara él mismo— en las indicaciones de la OPS (Organización Panamericana de la Salud) y la OMS (Organización Mundial de la Salud).
Definitivamente, las recomendaciones médicas especializadas y las advertencias clínicas son clave en el manejo de la prevención y, además, ayudan a erradicar el alarmismo. Estamos ante una situación incierta frente a la probable erupción del impredecible coloso de lava y ceniza. Por ahora, la presencia de las exhalaciones no representa un riesgo grave, pero seguir las indicaciones de las autoridades de protección civil e instrucciones sanitarias, sin duda, mantendrá las cosas en orden y las gargantas menos irritadas.
