La creciente e imparable actividad volcánica del imponente Popocatépetl, ha encendido los focos rojos de la población. Pero si bien los expertos no pueden prever si una erupción es inminente, la alarma está encendida y estas son las precauciones que las autoridades recomiendan tomar.
Se calcula que más de 25 millones de personas tienen su hogar en un radio de 100 kilómetros en derredor del volcán, cuyo probable despertar, hoy nos tiene en vilo. El Popocatépetl se encuentra ubicado a unos 70 kilómetros al sureste de la capital mexicana, elevado sobre 5,425 metros sobre el nivel del mar; sus coordenadas colindan con el Estado de México, Puebla, la CDMX y Morelos, cubriendo 283 mil 192 hectáreas con un cráter elíptico de 150 metros de profundidad que alberga mares de lava en su interior.
El pasado 12 de marzo, la CENAPRED (Centro Nacional de Prevención de Desastres), impidió que integrantes de las comunidades aledañas al Popo subieran a los alrededores de la cima a realizar su tradicional ritual de la fertilidad, festividad anual en la que, además, se le pide al volcán conocido coloquialmente como Don Goyo —aunque en realidad, su nombre en náhuatl significa literalmente “montaña que humea”—, que se mantenga en paz. Cuenta la leyenda —no encontrada en antiguos manuscritos mexicas, sino en un post de Facebook — que, por ese motivo, hoy el volcán está enojado y amenaza con sacar toda su furia.
El antecedente: ¿Cuándo hizo erupción por última vez el volcán?
No obstante que siempre está activo en mayor o menor medida, el volcán dio señales de actividad entre 1991 y 1994, pero después de más de 70 años sin emisiones graves que preocuparan a los geólogos. La ocasión más reciente que el Popocatépetl registró una erupción de magnitud considerable, fue el 18 y 19 diciembre del 2000, pero apenas en 2005, el cráter registró una explosión que dejó como consecuencia que se erigiera una columna de cenizas de más de 3 kilómetros de altura. En aquel entonces, más de 41,000 personas abandonaron la zona y casi 1,500 fueron transportadas a albergues, según datos del INEGI.
¿Qué hacer frente a una erupción volcánica manifiesta?
Ya sea que vivas en las zonas aledañas, donde las consecuencias pueden ser más catastróficas, o bien en algunos de los estados señalados, estas son las recomendaciones de la Cruz Roja Internacional, la CENAPRED y diversos organismos de protección civil. El mismo instituto de prevención de desastres, exhorta desde su página web a la ciudadanía, a no acercarse al volcán, especialmente al cráter —que no dudamos que haya algún aventurero inconsciente que lo haga—, por “el peligro que implica la caída de fragmentos balísticos”, reza su comunicado que puedes leer aquí.
Ante una erupción volcánica: No te quedes en casa
Durante la pandemia de COVID-19, la consigna fue “quédate en casa”. Pues bien, frente a una contingencia de esta naturaleza, la instrucción es justamente al revés, y los expertos recomiendan salir de casa aunque parezca muy seguro mantenerse bajo cuatro paredes. El punto es que los volcanes son capaces de arrojar gases potencialmente dañinos, lava, ceniza masiva y rocas con capacidad destructiva, que una casa no puede contener —a menos que seas propietario de un búnker—. Si estás en una zona potencialmente peligrosa —muy cercana al volcán—, lo mejor es que te alejes.
Sigue estas recomendaciones en caso de que vivas en una de las zonas francas de afectación
Si las autoridades no han emitido un desalojo hasta el día de hoy, es porque la erupción no sería destructiva, pero sí podría afectar a los ciudadanos. Si no tienes otro remedio o la instrucción es quedarse en casa, toma estas precauciones: cierra puertas y ventanas para evitar que la ceniza invada tu hogar, cubre o resguarda tu auto, moto o bicicleta —la polución puede dañar tus vehículos— y protege a tus perros o michis (es decir, tus gatos, y aquí te decimos por qué les dicen así a estos felinos).
No se te ocurra subir a la azotea a retirar la ceniza, las superficies suelen tornarse resbaladizas con ese material y puedes tener un accidente. Además, debes evitar hacer actividades físicas en estos días o frente a un inminente despertar —la clase de zumba puede esperar, pero sobre todo, el salir a correr al aire libre y detectas partículas de ceniza en el medioambiente—.
Ten a la mano ciertos accesorios de supervivencia
Un kit portátil de primeros auxilios es básico, lo mismo que una linterna con pilas bien cargadas. Aunque suene muy vintage para tu alma moderna, un radio tradicional (y de baterías) puede ser de gran utilidad, ya que lo más probable es que —en un caso extremo— no haya señal de internet o electricidad para poder enterarte de las noticias, rutas e instrucciones del personal de protección civil, ni de la situación en general. También se recomienda —si vives en zonas muy cercanas al probable epicentro de la emergencia volcánica— tener lista una mochila con botellitas de agua y cubrebocas o de preferencia, mascarillas especiales.
Toma precauciones por si quieres viajar
Si tienes pensado volar en estos días de actividad volcánica, ten en cuenta que varias aerolíneas han tenido que cancelar o retrasar sus salidas debido a la contingencia que hace peligrar la visibilidad de los pilotos. Si viajas por carretera, ten cuidado a la hora de pasar por desviaciones que te acerquen a la zona marcada como riesgosa.
Mantente informado
Evita las noticias fatalistas y las fake news, así como propagar cadenas alarmistas; fiarse de rumores o de información no oficial, podría crear confusiones y crisis. Cuando tengas datos fidedignos (como los de la CENAPRED en este link) o de las noticias de medios acreditados, colabora con lo que las autoridades soliciten y no pongas obstáculos a las labores de rescate o de desalojo. Se vale tener sentido común, eso sí, y si las indicaciones oficiales no te satisfacen, opta por seguir tu instinto y toma las decisiones que consideres no supongan un peligro para tu integridad, y puedan salvar tu vida.
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