Los KPIs son indicadores clave que brindan un enfoque estratégico y operativo. Crean una base analítica para tomar decisiones y ayudan a dirigir los esfuerzos empresariales a lo más importante.
Para gestionar con KPIs, antes debes definirlos de acuerdo a tus objetivos y capacidades. Establece entonces el nivel de rendimiento deseado y haz un seguimiento del progreso.
3 pasos para definir KPIs
1. Identifica las actividades críticas
Dentro de un proceso todo es medible, pero no todo es relevante. Identifica las variables críticas o actividades más importantes del proceso, pues esos serán tus indicadores más efectivos.
2. Establece objetivos específicos
Cada KPI debe tener un objetivo claro sin dejar nada a interpretación. Es decir, deben ser comprensibles, específicos, medibles, alcanzables, relevantes y con temporalidad.
3. Monitorea y ajusta
Implementa los KPIs establecidos, monitorea su rendimiento y reajusta los objetivos de acuerdo a la realidad empresarial. La teoría siempre se ve bien en papel, pero debes comprobarla y ajustarla si es necesario.
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Importancia de los KPIs
Implementar KPIs es la única manera de saber si tu equipo es eficiente. El seguimiento activo y análisis es solo la primera parte, pues la información obtenida debe traducirse en decisiones y estrategias.
