En el reciente proceso electoral del Ecuador, ganó el sí en la consulta popular del Yasuní ITT. Esta victoria es histórica para Ecuador y el planeta. Para el Ecuador porque fue un proceso nacido de la ciudadanía organizada y demuestra un acuerdo nacional sobre la defensa de la naturaleza.
Y para el planeta, porque se convierte en un país referente de la democratización de la política ambiental, al tomar una decisión sin precedentes: dejar el petróleo bajo tierra indefinidamente a favor de preservar uno de los lugares más biodiversos del mundo. Esto marca el rumbo de una transición ecológica de nuestro modelo económico en un contexto de enorme complejidad política y electoral.
¿Qué implica el SÍ al Yasuní?
La victoria del Sí representa un gran trabajo de los colectivos ciudadanos, en ese sentido, demuestra que la ciudadanía avanza con mayor velocidad que las instituciones en la gestión ambiental.
Además, esta victoria establece un consenso nacional determinante en un contexto electoral de gran división, este consenso es categóricamente mayor que cualquier fuerza política y marca una guía para la agenda política de ambiente del próximo gobierno.
En principio, según lo establecido, al ganar el SÍ se deberá frenar la extracción de petróleo en un término no mayor a un año. Pero esta decisión va más allá, constituye una pauta para la gestión ambiental del Estado.
Complejidad electoral
Esta consulta popular fue paralela a la elección de binomio presidencial y asambleístas. Por eso, sus implicaciones en la agenda política dependen de la configuración de los representantes de los poderes del Estado.
Al respecto, Luisa González y Daniel Noboa pasan a segunda vuelta electoral y tienen sus posiciones sobre la consulta. Por su parte, Luisa González se ha pronunciado por el No, apostando por la refinería del Pacífico. En cambio, Daniel Noboa se pronunció por el Sí, señalando que de acuerdo con los bancos de riesgo internacionales, el precio del petróleo del ITT con castigo por ser crudo pesado no pasará de $62, por lo que vamos a tener una mínima ganancia.
Sus perspectivas resultan particularmente importantes, considerando que el Ecuador se ha caracterizado históricamente por debilidad institucional, lo que significa que el ejecutivo marca la pauta de la agenda estatal sobre gestión ambiental de forma marcada. Además, debemos considerar que la política ambiental también será marcada por la relación que cultiven entre el legislativo y el ejecutivo, ya que de ello depende la gobernabilidad.
Dimensión de la victoria
La consulta popular no implica detener toda la producción petrolera en Ecuador, sino específicamente en un bloque caracterizado por ser una de las zonas con mayor biodiversidad por metro cuadrado del planeta y un punto crucial para enfrentar el aceleramiento del cambio climático. También es preciso destacar que manifiesta una garantía para precautelar la vida de los pueblos en aislamiento voluntario que viven en la zona.
A nivel país, esta consulta defiende la vida de un lugar prioritario y ensancha los cimientos de nuestra democracia ambiental. También plantea el respaldo ciudadano para una transición de nuestro modelo de producción y consumo hacia una economía que sirva a las personas y respete la vida.
Por último, al Ecuador constituirse en referente de conservación ambiental, se le abren puertas en el mercado internacional para ofrecer productos basados en bioeconomía. Y en el panorama internacional se ensancha el camino de la transición post extractivista necesaria para la regulación climática, y se pone sobre la mesa el aumento de la conciencia ecológica y su determinación exponencial en la agenda política. ¡Ecuador hizo historia!
