El pasado 10 de Junio del 2023, Pep Guardiola hizo historia al convertirse en el primer director técnico de fútbol en conquistar dos tripletes con dos clubes distintos.
Consiguiéndolo con el Barcelona hace 14 años y, en este 2023, con el Manchester City. Su logro lo consagra como una figura legendaria en la historia del balompié internacional. Con el Manchester City, no solo se llevó la prestigiosa «orejona» sin perder un solo partido, sino que también hizo que el equipo se consagrara como campeón de la Premier League y la FA Cup.
La Trayectoria Legendaria de Pep Guardiola
Tras 7 años de perseverancia con los Citizens, el entrenador catalán finalmente logró alcanzar los máximos honores del fútbol europeo por segunda vez en su carrera. Fue gracias a sus talentosos jugadores, liderados por Ilkay Gündogan e inspirados por la brillante actuación de Erling Haaland, que lograron imponerse por 1 a 0 al Inter de Milán en el Estadio Atatürk Olimpiyat de Estambul, Turquía.
Este triunfo les permitió coronarse como los nuevos campeones de la UEFA Champions League, marcando un hito para los clubes ingleses al lograr el anhelado triplete, algo que no sucedía desde 1999 con el United de Alex Ferguson. Sin embargo, a pesar de este impresionante logro, Pep Guardiola ya era un hombre récord antes de su segundo triplete. A lo largo de su trayectoria como entrenador, que comenzó en 2007 con el Barcelona «B», ha acumulado un total de 35 títulos.
Desde su primer éxito al llevar al equipo a la victoria en la Tercera División y lograr el ascenso a la Segunda División B, hasta su destacado desempeño al frente del primer equipo del Barcelona, donde consiguió todos los honores posibles. Luego, continuó su exitoso recorrido con el Bayern Múnich antes de llegar al Manchester City. Cada etapa en su carrera ha sido marcada por éxitos y récords, consolidando a Guardiola como uno de los entrenadores más exitosos de la historia del fútbol.
Pep Guardiola: El Futbolista que Colgó sus Botines en México
Después de una remontada emocionante en el torneo Clausura 2005, donde Dorados de Sinaloa logró mantener la categoría en una victoria clave sobre Atlas. El equipo se aseguró un año más en la Primera División del fútbol mexicano. En el siguiente torneo, Apertura 2005, la directiva del club buscó reforzar su plantilla con destacados jugadores, entre ellos el uruguayo Sebastián «El loco» Abreu. Quien se convirtió en la figura goleadora del equipo y más tarde jugaría un papel clave en la llegada de Pep Guardiola a México.
A pesar de los esfuerzos, Dorados no tuvo un buen comienzo en el torneo Apertura 2005, y después de siete jornadas sin levantar cabeza, la directiva tomó la decisión de contratar al técnico español Juan Manuel Lillo en reemplazo de Jesús Bracamontes.
A partir de ese momento, las cosas comenzaron a mejorar y el equipo logró cosechar puntos importantes. Sin embargo, no fue suficiente para clasificar a la Liguilla, quedando a solo 4 unidades de la zona de clasificación. Con la mirada puesta en el próximo torneo, el objetivo principal era evitar el temido descenso y tomar las medidas necesarias para mantenerse en la categoría.
Juan Manuel Lillo y la Llamada que Cambió la Historia
Ante la «nueva emergencia», Juan Manuel Lillo decidió tomar el teléfono y llamar a su gran amigo Pep Guardiola. Su amistad se había forjado en la temporada 1996-1997, después de un partido entre el Barcelona y el Real Oviedo. En aquel entonces, Guardiola era una figura destacada del Barça, mientras que Lillo se presentaba como un técnico revelación y un rival en la cancha.
Aunque el resultado final fue un 4-2 a favor del Barcelona, Pep quedó maravillado por el estilo de juego de sus contrincantes y buscó a Lillo para entablar una charla. A partir de ese momento, nació una amistad duradera y una fuente de inspiración para Guardiola. Aprendió mucho de Juanma, quien se convertiría en un referente estratégico en la carrera de Pep como entrenador.
Pep Guardiola en México
En 2005, Pep Guardiola había tenido recientemente una experiencia en la liga catarí con el Al-Ahli. Aunque ya estaba encaminado en su carrera como entrenador en España, recibió propuestas del Manchester City y el Wigan Athletic de Inglaterra para volver como jugador. Sin embargo, decidió rechazar estas ofertas y embarcarse en una nueva aventura en el fútbol al unirse al equipo Dorados de Sinaloa bajo la dirección de Juan Manuel Lillo. A pesar de que el salario no sería significativo, Guardiola estaba dispuesto a vivir esta experiencia en el balompié.
A pesar de todo, su motivación no era el dinero, sino aprovechar esta última oportunidad para aprender de su amigo y tener en mente su futuro como entrenador. En cierto sentido, Pep consideraba a Lillo como su maestro.
Fue así que el 20 de diciembre de 2005, Guardiola firmó con el equipo de Culiacán en México, un lugar estigmatizado a nivel mundial por la violencia relacionada con el narcotráfico. Sorprendentemente, fue en esta tierra donde Guardiola decidió poner fin a su carrera como jugador. Convencer a Pep no fue tarea fácil, pero Lillo recibió ayuda de «El Loco» Abreu para que Guardiola diera su sí definitivo.
“Lillo se me acercó y me dijo ‘Seba’, tienes que ayudarme a terminar de convencerlo para que venga”.
Recordando aquel entonces, Abreu mencionó que Guardiola le preguntaba mucho por el club y las instalaciones que, si bien, no eran las mejores, incluso tenían que entrenar en las áreas verdes de un parque acuático y estar entre las personas que visitaban el lugar para darse un chapuzón en las piscinas.
“Le dije que en la ciudad había playa, que el Estadio estaba muy lindo y el grupo era muy bueno. Me preguntaba siempre por las instalaciones, pero yo le repetía lo mismo, ya no sabía qué más decirle”.
La Experiencia en Tierra Culichi
Pep arribó a Culiacán, Sinaloa, una mañana de enero de 2006, procedente de la Ciudad de México. Allí, lo esperaba una pequeña comitiva encabezada por su amigo Juan Manuel Lillo, quien buscaba en Pep afianzar el proyecto de Dorados para consolidarse en la Primera División del fútbol mexicano.
Luego de saludar formalmente a los directivos, le fue presentado Eusebio Martínez, mejor conocido como “Chevo”, quien se convertiría en el guía, chofer y asistente de Guardiola en la ciudad.
Alojado en la suite 411 del Hotel Lucerna, en su tiempo libre, Josep disfrutaba de leer prácticamente todo lo que llegaba a sus manos, algo en lo que “Chevo” puso especial atención y se encargaba de surtirle de libros y revistas muy seguido, de hecho algunos tomos venían desde Europa.
Pep Guardiola en Culiacán
A su vez, se le ocurrió decirle de una cafetería en las cercanías, precisamente el Café Miró de la Colonia Chapultepec, en donde Pep pasaba buen tiempo para degustar la sazón de la comida sinaloense y enfrascarse en una amena lectura o haciendo análisis de fútbol. Pasaba buen rato sentado frente a una ventana que da a la calle Josefa Ortíz de Domínguez, en el lugar, por cierto, hizo buenos amigos y era reconocido por su sencillez y calidez con las personas.
Volviendo al terreno de juego, Pep, quien fue descrito por Juan Manuel Lillo como «un entrenador que también jugaba», mostraba un don innato de liderazgo según sus compañeros en Dorados. Además, se destacaba por su dedicación, ya que en cada entrenamiento llegaba con una libreta en mano para tomar notas de las actividades realizadas en el campo. Al finalizar cada práctica, se quedaba con Lillo para repasar conceptos y asegurarse de comprender a fondo el trabajo realizado.
Pep Guardiola en Dorados de Sinaloa
El torneo Clausura 2006 dio inicio, Pep solo jugó 10 partidos, ya que las lesiones hicieron de las suyas, sin embargo, luego de atenderse en España y terminar su curso como entrenador, volvió a tierras sinaloenses para apoyar en la recta final, pero no fue suficiente.
Lamentablemente, la aventura en suelo mexicano no tuvo un final feliz. A pesar de no ser el peor equipo en la tabla general, Dorados fue descendido, lo cual fue una gran decepción. Guardiola expresó su frustración y lanzó duras críticas hacia la liga mexicana y el supuesto manejo coludido de poderosas televisoras como Televisa, que según él no entendía el sistema de competencia.
Para Guardiola, el equipo de los Dorados fue como su laboratorio para dirigir en el campo, ese equipo que demostró fortaleza y dinamismo fiel a su nombre, el pez dorado, típico de las costas del Mar de Cortés que acarician a Sinaloa con su fuerza.
Sin duda, el tiempo que pasó en Culiacán, definió gran parte de lo que sería su carrera como entrenador, convirtiéndolo en uno de los mejores, si no es que el mejor de su generación.
La Dupla del City que Surgió en México
“La felicidad no se encuentra en un lugar”, indicó Lillo en una entrevista para el NY Times al recordar el tiempo que fue mentor de Guardiola en Culiacán.
“Ahí no había mucha seguridad en ese momento, pero vivíamos para trabajar y para ser amigos, así que lo demás no nos preocupaba. Recuerdo feliz aquellos días por las emociones que me traen, emociones que perduran hasta hoy y que durarán mientras tengamos vida”.
Sorprendentemente, la dupla del exitoso Manchester City, actual campeón de la Champions League, tuvo su origen en México, en medio del intenso calor de una región afectada por la violencia de los cárteles de drogas y donde el béisbol es el deporte tradicional.
Es increíble pensar en ello. Es una historia verdaderamente única.
Aunque Lillo ya no esté directamente involucrado con el City, ya que el año pasado dejó de ser asistente de Pep en el banquillo para retomar su carrera como entrenador al asumir el Al-Sadd de Qatar tras la partida de Xavi Hernández.
Sin embargo, en la final de la Champions League, su presencia fue de vital importancia, ya que acompañó a Pep y le brindó apoyo para calmar su ansiedad frente a tan trascendental compromiso.
