¿Te ha pasado que estás en casa y te da ganas de tomar una gaseosa o algo refrescante y no tienes nada? Así fue que aprendí a hacer ginger ale. Yo ya había iniciado en el mundo de hacer fermentos y me encantaba. No tenía hongos para hacer Kombucha y decidí buscar la manera de tener una bebida gaseosa en casa todo el tiempo. Descubrí que el ginger ale era la solución a todos mis problemas. Además, ¡amo el jengibre!
El ginger ale es una bebida carbonatada sabor a jengibre. Hay muchas versiones comerciales que tienen muy poca concentración de jengibre, o a veces ni siquiera tienen. Incluso, Canada Dry Mott’s Inc recibió una demanda, en la que se acusa de que hacen publicidad engañosa. En sus latas decía “made from real ginger” (hecho de jengibre de verdad) cuando en sus ingredientes no consta, más bien utilizan saborizantes.
Muchas personas en EEUU y Canadá, utilizan el ginger ale como medicina para el dolor de estómago, la nausea, resfriados. Sin embargo, deben darse cuenta de lo que están consumiendo. Hay que fijarse y comprar productos que verdaderamente te den esos beneficios y no solo el nombre. Porque, si existen marcas comerciales que contienen jengibre de verdad.
Sin embargo, vas a poder aprovechar mucho más todos los beneficios de la fermentación y del jengibre si es que la haces en casa. Al ser una fermentación con azúcar, va a desarrollar contenido alcohólico. Por eso, debes poner mucha atención al proceso, no descuidarlo y dependiendo los días de fermentación podrás tener ginger ale o ginger beer.
Ginger Bug
Las bebidas fermentadas con ginger bug tienen muchos beneficios. Por un lado, es una fuente natural de probióticos que son de beneficio para el sistema digestivo, ayudan a mejorar la digestión, fortalecen el sistema inmune y equilibran las bacterias intestinales. Además, por el jengibre, que es un antiinflamatorio, puede aliviar inflamaciones y dolores en el cuerpo. Beneficios que, como dijimos antes, no tienen todas las ginger ales comerciales.
Lo primero que vamos a hacer es una levadura salvaje, como la masa madre. Esta se va a componer de agua, azúcar y jengibre; que fermentará por varios días. Esta es la base para el ginger ale o ginger beer. Sin embargo, no solo sirve para eso, sino muchas bebidas carbonatadas a base de frutas.
- Ingredientes
- Iniciales:
- Jengibre 3 Cdas
- Azúcar 3 Cdas
- Agua (sin cloro, mejor si es embotellada) 2 tazas
- Para el refresco diario:
- Jengibre 1 Cda
- Azúcar 1 Cda
Preparación:
Preparación inicial:
- Pela el jengibre –mejor si es orgánico– y pícalo bien pequeño.
- En un frasco de vidrio, pon el azúcar, el jengibre y el agua.
- Revuelve bien –con un utensilio que NO sea de metal–.
- Cubre con un paño de tela y asegúralo con una liga. Esto sirve para que no se meta ningún contaminante.
- Déjalo reposar hasta el día siguiente.
Refresco:
- Una vez transcurridas 24 horas del último paso, es hora del refresco.
- Pon una cucharada de jengibre rallado y picado, y una cucharada de azúcar.
- Revuelve bien con un utensilio que no sea de metal.
- Repite este proceso una vez al día.
Sabrás que el ginger bug está listo para usar cuando veas muchas burbujas en la parte superior. Es importante que mientras lo estás cultivando, lo mantengas en un lugar fresco, no puede darle luz de sol directamente. Pero, para mantenerlo vivo una vez que ya esté activo, tienes dos opciones: alimentarlo diariamente y conservarlo en el mismo lugar o conservarlo en el refrigerador y alimentarlo una vez a la semana con la misma técnica.
Haciendo Mi Primer Ginger Ale
Para hacer cualquier bebida con Ginger Bug vas a usar la siguiente regla: por cada litro de líquido dulce usarás ¼ de taza de ginger bug. Además, para la cantidad de líquido que vamos a usar en esta receta, es necesario usar un mínimo de media taza de azúcar. Todo dependerá de qué tan dulce te guste tu bebida.
- Ingredientes
- Agua (sin cloro, mejor si es embotellada) 2 litros
- Azúcar 1tz
- Jengibre ¼ tz
- Limón 2
- Ginger Bug ½ tz
Preparación:
- Pela y pica el jengibre. Puedes usar un procesador de alimentos.
- En una olla, pon los dos litros de agua, jengibre y azucar.
- Deja que hierva y baja la temperatura. Deja sobre la llama de 5-8 minutos y apaga.
- Déjalo enfriar a temperatura ambiente. –tiene que estar frío para que no se mueran las levaduras del Ginger Bug–.
- Una vez frío, cierne la mezcla, agrega el ginger bug y el jugo de los limones. Incorpora bien los ingredientes.
- ¡Listo para envasar! Vierte la mezcla en botellas como las de la foto. Asegúrate de dejar espacio para la presión que se va a ir creando durante la fermentación. Es muy importante, porque puede ¡explotar!
- Listo, déjalas en un lugar fresco donde no les llegue luz del sol directamente. En unos 3-5 días tendrás Ginger Ale listo para consumir.
- Puedes conservarlo en el refrigerador por el tiempo que tú quieras. El frío va a retrasar la fermentación.
Si es que quieres que tu Ginger Ale se convierta en Ginger Beer, debes dejar que fermente fuera de la refrigerador por más tiempo. Para esto, tienes que, cada par de días, abrir ligeramente la tapa para que la presión se libere, si no podría explotar. Así, mientras más tiempo esté en fermentación, más contenido alcohólico tendrá.
Y ¡listo!, puedes tener ginger ale o ginger beer en tu refrigerador para cuando tengas ganas. Además, este es solo el inicio de un mundo enorme de bebidas fermentadas que puedes hacer en casa, cuéntanos cuándo lo intentes. ¡Bienvenido al mundo de los fermentos!
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