Para detener el alza en la tasa de diabetes que se ha triplicado en 30 años en América, de acuerdo con la Organización Panamericana de Salud (OPS), desde el 2019, México ha tomado acciones legales reformando la Ley General de Salud para cambiar las etiquetas de los productos con un alto contenido de calorías, azúcares, sodio y grasas saturadas.
México es el mayor consumidor de productos ultraprocesados en América Latina y el cuarto a nivel mundial, según datos de la OPS y la Organización Mundial para la Salud (OMS), su consumo contribuye a que exista una epidemia nacional de obesidad y enfermedades crónicas.
Además de que en la actualidad la diabetes y las enfermedades cardiovasculares son las principales causas de muerte en México, y sus costos están colapsando al sistema de salud, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Desde hace una década se busca generar mayor consciencia
Hace algunas décadas, en la mayoría de los países de la región de Latinoamérica, el etiquetado de los alimentos procesados se había utilizado como publicidad, y tenía una gran deficiencia informativa en cuanto a los nutrientes de cada producto.
Por eso, en 2013, el gobierno implemento una Estrategia Nacional para la Prevención y Control del Sobrepeso, la Obesidad y la Diabetes, con la finalidad de combatir la obesidad y las enfermedades crónicas como: la hipertensión y la diabetes.
En 2014 se implementó el etiquetado frontal conocido como Guías Diarias de Alimentación (GDA), el cual fue desarrollado por la industria para seguir las recomendaciones de organismos internacionales como la OMS y la OPS, entre otros. Pero resultó insuficiente para que la mayoría de la población lo entendiera.
Cómo es la regulación en la actualidad
Desde octubre de 2020, debido a la modificación a la Norma Oficial Mexicana 051-SCF/SSA1-2010 en materia de etiquetado, es mucho más fácil que cualquier persona sepa si los alimentos y bebidas procesadas que se venden en México son buenos o malos para la salud, ya que los productos llevan un etiquetado frontal con diversos sellos que ayudan a identificar los ingredientes que contienen.
Este etiquetado se volvió obligatorio para todos los alimentos y bebidas no alcohólicos preenvasados de fabricación nacional y extranjera en 2020, de acuerdo con la norma: NOM-051-SCFI/SSA1-2010.
El etiquetado está integrado por 5 sellos de advertencia en forma de octágono, que indican de manera clara, visible y sencilla cuando los productos tienen exceso de: calorías, grasas saturadas, grasas trans, azúcar y sodio. Los sellos no aplican en productos de un solo ingrediente, como el aceite, la sal o el azúcar.
Para determinar si un producto lleva sellos o no, se toma en cuenta el Modelo de Perfiles de Nutrientes de la Organización Panamericana de Salud (OPS). Este perfil se basa en las recomendaciones de nutrientes establecidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para prevenir enfermedades crónicas.
En caso de que los productos sean de un tamaño muy pequeño, menor o igual a 40 cm2, los sellos se indican con números, si tienen 1, 2, 3, etc.
Cuál es la importancia de las leyendas precautorias para los niños
También traen leyendas precautorias para proteger los derechos de la infancia a una alimentación sana. Las advertencias precautorias señalan si los productos contienen cafeína y edulcorantes, ingredientes no recomendables para el consumo de los pequeños.
Diversos estudios han relacionado el consumo de edulcorantes no calóricos con ganancia de peso, enfermedades del corazón y efectos metabólicos, es por eso que es importante que los productos que los contienen lo digan, ya que se estima que el 60% de las bebidas dirigidas a niños contienen edulcorantes no calóricos, de acuerdo con datos presentados durante la conferencia de la Alianza por la Salud Alimentaria, en la Ciudad de México en 2019.
Por otro lado, el consumo de cafeína puede provocar daños fisiológicos, psicológicos y conductuales en niños, especialmente en aquellos que sufren de padecimientos psiquiátricos o problemas del corazón. Muchos refrescos, bebidas energizantes y tés fríos que están dirigidos a niños tienen cafeína, hay que evitar su consumo.
Los productos poco saludables no pueden tener un diseño atractivo para los niños
Por otro lado, los envases no pueden tener imágenes de personajes infantiles, dibujos animados, celebridades, o algún elemento interactivo que esté dirigido a los niños o niñas con la finalidad de incitar su consumo. La OPS y la OMS respaldan la restricción de la publicidad y elementos persuasivos en alimentos y bebidas dirigidos a la infancia como medida para la prevención del sobrepeso y la obesidad.
Además, los empaques de los productos que contengan algún sello de advertencia no pueden utilizar avales de asociaciones médicas o científicas. Estas restricciones se deben a que existe evidencia científica que indica que las declaraciones o avales de las asociaciones u organizaciones pueden mejorar la percepción positiva de un producto de manera errónea.
Por otro lado, las autoridades mexicanas tienen una campaña permanente en radio y televisión para alertar sobre los riesgos de la llamada comida “chatarra”.
¿Qué beneficios trae este tipo de etiquetado?
- Ayuda a tomar una decisión informada para comprar o no el producto.
- Proporciona la información nutrimental de manera fácil, rápida y verídica.
- Permite comparar los nutrimentos que contienen diversos productos similares.
- Advierte sobre ingredientes dañinos para la salud.
¿La población entiende mejor este etiquetado?
Una investigación realizada por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) confirmó que este nuevo etiquetado tiene un mayor nivel de comprensión para la población mexicana. Un estudio encabezado por la Universidad de Waterloo demostró que el 83% de los mexicanos reportó que el etiquetado frontal de advertencia es fácil de entender.
¿Cuáles son las medidas que se ejecutarán en el futuro?
Para octubre de 2023 iniciará una segunda fase en la que se establecerán límites en los criterios nutricionales más estrictos y para 2025 se aplicarán criterios de exceso de nutrimentos en consideración a la totalidad de los mismos presentes en el producto, ya sean añadidos o naturales.
Los resultados de todas estas medidas se podrán observar con el paso del tiempo, cambiar los hábitos de consumo no es algo que se logre de la noche a la mañana. A largo plazo se espera que disminuyan las muertes causadas por diabetes y enfermedades crónicas como la obesidad, que están costando millones de pesos al Sistema Público de Salud en México.
México es el cuarto país en Latinoamérica que implementó las advertencias en las etiquetas de alimentos y bebidas no alcohólicas, después de Chile, Uruguay y Perú. Esta herramienta está ayudando a la población a tomar mejores elecciones y más informadas, para que las familias mexicanas aprendan a comer de manera más saludable.
