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Los gatos son criaturas que han participado en la historia de la humanidad desde hace miles de años. Estos animales con personalidad autoritaria y un aura mística y poderosa; han formado parte importante de interesantes civilizaciones e incluso han sido adorados. Al día de hoy han llegado a ser de los animales de compañía más populares junto al mejor amigo del hombre, el perro.
Los que han convivido con gatos seguro se han dado cuenta que nosotros los humanos no los adoptamos; ellos adoptan a “su humano”. Como fiel servidora de dos mininos en casa, les aseguro que ellos no siguen órdenes; al contrario, sutilmente te ordenan que hacer por ellos. Estoy casi segura que los pillos se saben predecesores de adorados dioses.
El 8 de agosto se celebró el día mundial de los gatos. Es por ello que me he dado a la tarea de presentarles cuáles son aquellas civilizaciones que han adorado a nuestros pequeños amos peludos tal como se merecen.
Egipto
La principal razón por la cual los egipcios comenzaron a adorar a los gatos y domesticarlos para tenerlos como animales de compañía; era su estrecha relación con los leones y el dios del sol Ra. El gato a pesar de no ser de la misma familia del león, se comenzó a considerar una criatura sagrada para esta antigua civilización.
El gato pasó pronto de ser un animal útil para ahuyentar las plagas, a ser un símbolo de protección y divinidad. En el antiguo Egipto existía una ley que sancionaba con la muerte a todo aquel que osara lastimar, vender o matar a la sagrada criatura.
Los arqueólogos han hecho descubrimientos de cementerios de gatos, quienes antes de ser enterrados fueron momificados para su conservación. También se crearon templos para su adoración. Adornaban las tumbas de los faraones para su protección; y se fabricaban estatuas que se colocaban afuera de los hogares para expulsar a los malos espíritus.
La primera diosa felina que adoptó la civilización egipcia fue Mafdet, representada como un lince. Protectora de los animales venenosos, la justicia y las ejecuciones. Sin embargo, las diosas Bastet y Sekhmet llegaron a ser más populares y reconocidas hasta nuestros tiempos.
Sekchmet, la diosa-leona, era la diosa de la guerra y la destrucción, representando la catástrofe. A diferencia de la diosa-gata Bastet, quien se consideraba protectora de niños y gatos. Diosa de la fertilidad y de los hogares. Bastet en un principio era representada como un gato en su totalidad; que con el paso del tiempo se comenzó a reconocer por su cabeza de gato y atractivo cuerpo de mujer.
Japón
Los gatos en Japón tienen una historia de más de mil años y son incluso en la actualidad un símbolo común de la suerte. Sin embargo, los pequeños felinos no son oriundos del archipiélago; sino que llegaron desde China en barcos que transportaban a los budistas. Los gatos custodiaban los pergaminos en el barco, protegiéndolos de los roedores que pudieran comerse la palabra de buda.
En Japón existe una amplia variedad de leyendas que hablan sobre el gato de la suerte, a quien incluso le atribuyen habilidades como leer, hablar, lanzar bolas de fuego y convertirse en humano. La mayoría de las veces lo describen de pelaje blanco con manchas pelirrojas y negras. Es por ello que el famoso gato de la suerte japonés Maneki-Neko en un principio tenía esta imagen. Actualmente puedes encontrarlo en todos los colores y formas, siempre cumpliendo con algunos simbolismos.
A pesar de todas las historias que se cuentan; se cree que el gato fue considerado de la suerte a partir de 1602. Con el paso del tiempo los gatos hicieron de Japón su hogar y pasaron a ser mascotas de la alta sociedad. Sin embargo, en este año se promovió una ley que prohibía el resguardo de los mininos. Se solicitaba a los propietarios de los gatos, que los dejaran vagar libres por las calles de Japón ya que necesitaban de sus habilidades de cacería. La industria de la seda, principal actividad económica del país en ese entonces; se estaba viendo amenazada por plagas de roedores. Fue entonces que los gatos entraron en acción y frenaron los estragos a la industria y por ende a la economía. Desde entonces los gatos son considerados animales de la suerte e imanes de la buena fortuna.
China
En China el gato tiene una larga trayectoria. Existen registros de su existencia prácticamente desde los inicios del imperio, hace más de 5,000 años. Fue desde este territorio que los pequeños peludos comenzaron a expandirse por Asia.
En China existió una diosa felina llamada Li Shou, encargada de la protección del hogar y la fertilidad. A quien se le entregaban ofrendas para asegurar una buena cosecha.
En el gigante asiático se tiene la creencia de que los dioses destinaron a los gatos como guardianes del orden y les otorgaron el don del habla. Sin embargo, los gatos no estaban interesados en esta tarea ya que preferían jugar y relajarse. Los felinos fueron retirados de su mandato para dárselo a los humanos; pero al notar que estos entendían tan poco de la divinidad obligaron a los gatos a ser los guardianes del tiempo.
A pesar de ser considerados criaturas divinas, los gatos no tienen un lugar en el calendario lunar; según la mitología China existe una razón.
Se habla de una carrera organizada por el Emperador Jade para determinar a los 12 animales del zodiaco. La rata y el gato al ser buenos amigos y no saber nadar, cruzaron un río en la espalda del buey. La rata queriendo ser la primera en llegar empujó al gato al agua retrasándolo y provocando que fuera el último animal en llegar; quedando fuera de la lista. Se cree que desde entonces surgió la rivalidad entre la rata y el gato.
Enigma resuelto
Ahora hemos resuelto la incógnita del por qué los gatos domésticos al día de hoy tienen esos aires petulantes y de grandeza que causan tanta ternura. Existen registros de muchas otras civilizaciones que acogieron y adoraron a los amos felinos; entre ellas las mitologías escandinava, griega, celta, peruana, tailandesa e india.
Que agosto, el mes de los gatos; sea un buen pretexto para apoyar a las asociaciones dedicadas al cuidado y resguardo de estos peludos. Y si te es posible adoptar a un minino estoy segura que se convertirá en un fiel acompañante, al que seguro le tomarás un gran cariño.
Princesa y Negrini los saluda